Otto Bemberg llegó al país y fue forjando vínculos que lo hicieron llegar a lo más alto. Su familia continuó lo que él había empezado y hoy su creación es sinónimo de encontrarse con amigos en todo el territorio argentino.
En 1852, Argentina aún no tenía una Constitución, no había designado a su primer presidente, y faltaban casi tres décadas para que la ciudad de Buenos Aires se integrara al territorio nacional. Sin embargo, con apenas 25 años, Otto Peter Friedrich Bemberg ya había arribado al país proveniente de su Alemania natal.

Aquí comenzó estableciendo una empresa que se dedicaba a la importación de tejidos y la exportación de granos. Conoció a María Luisa Ocampo, con quien terminaría casándose. Debido a la estirpe de su esposa, Bemberg pudo expandirse a otras áreas, apoyado por su familia política, entre los que se encontraban grandes hacendados, militares y empresarios.
Gracias a eso, en 1860 fue nombrado cónsul en París. Se instaló allí con su familia y envío a su hijo, Otto Sebastián, a estudiar en la especialización en fabricación de cerveza a la Universidad Técnica de Múnich.
Los inicios de Quilmes: Brasserie Argentine Sociedad Anónima
Padre e hijo habían comenzado con la destilación de maíz con capitales franceses. En 1888, con la ayuda de técnicos extranjeros, pusieron en marcha la fábrica de cervezas. El lugar elegido fue el paraje Las Conchitas, que recibía el nombre por su cercanía con el arroyo homónimo. En ese entonces pertenecía al partido de Quilmes, pero hoy es la localidad de Hudson, en el partido de Berazategui.
El origen del nombre de la cerveza Quilmes
La cercanía con la estación de tren y la calidad del agua en la zona le dio su ubicación y la leyenda de la etnia calchaquí kilmes, originarios de Tucumán y trasladados forzosamente al sur de Buenos Aires, le dio nombre a la marca a partir de 1890, cuando comenzó a comercializarse.

Grupo Bemberg y la compañía Tramways Buenos Aires
Otto Bemberg falleció en 1895, poco después de haber diversificado sus negocios al sector industrial y, tal vez sin saberlo, crear un legado a través de su apellido y sus descendientes que perdura hasta el día de hoy.
Su hijo, Otto Sebastián, continuó al frente de la cervecería Quilmes, que creció adquiriendo a la competencia y financiando a la fábrica Rigolleau para abastecer su propio embotellado, y diversificándose: el grupo Bemberg creó a principios de siglo XX la compañía Tramways Buenos Aires-Quilmes para facilitar el transporte.
Para aumentar la producción, en 1928 la fábrica de cerveza debió instalarse en Quilmes Oeste. Otto Sebastián falleció en 1932. Para ese entonces su firma controlaba el mercado cervecero en Argentina con presencia en Santa Fe, Bahía Blanca, Córdoba y el Norte argentino.
Actualidad de Quilmes y el reconocimiento del nombre Bemberg
Si bien la cervecería Quilmes fue vendida al holding belga-brasileño AB InBev —el mayor fabricante de cerveza en el mundo—, el grupo Bemberg se convirtió en un conglomerado que traspasa las fronteras nacionales.
Tiene empresas en diversos sectores: lácteos, energías renovables, industria forestal y sus derivados, y recientemente lanzó una marca que hace honor al apellido del hombre que inició todo, algo hasta ahora inédito: en 2010 habían adquirido la mayor empresa de vinos del país, Grupo Peñaflor, y a través de él, la sexta generación de descendiente del gran emprendedor Otto Bemberg comenzará a comerciar su colección, que permanecía privada, de vinos nacionales de alta gama.