El fundador de la marca de alfajores Havanna: la historia de Demetrio Eliades
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Comenzó vendiendo corbatas y al poco tiempo modificó la arquitectura de una ciudad entera, teorizan que llegó al país por su amistad con Aristóteles Onassis y fundó la marca de alfajores más emblemática de Argentina: la historia de Demetrio Eliades, el creador de alfajores Havanna.
Demetrio Eliades nació en la Isla de Creta, famosa por ser parte de la mitología griega, y desde allí emigró a la Argentina para acrecentar su propia leyenda. Desde el Mar Mediterráneo llegó a la Costa Atlántica, para instalarse en una Mar del Plata que se encontraba en plena transformación.
Una vez instalado, el fundador de la reconocida marca de alfajores, comenzó a rebuscarse la vida mediante lo que mejor sabía hacer, comerciar. Primero vendía corbatas en un puesto ambulante de la calle San Martín. Luego, con un grupo de mozos que decidieron independizarse, abrió un pequeño bar. Si bien su biografía presenta grises, luego del bar con muchos dueños, vino un restaurante propio.
La primera cafetería Havanna
Demetrio se había vuelto un comerciante ávido, entre otras ramas, en la bombonería. Poseía una cafetería que se llamaba Havanna, y en ella vendía alfajores que se hacían en Buenos Aires. Los fabricaban dos amigos, Luis Sbaraglini y Benjamín Sisterna, quienes tenían una fábrica llamada Gran Casino.
En 1948 los tres se asociaron e inauguraron la primera cocina Havanna, en la misma esquina en la cual se encontraba la confitería. Décadas después, la marca tomaría ese rumbo para expandirse más allá de los productos dulces y ser una cadena de cafeterías con presencia global.
Las ventas superaron las expectativas, tan sólo el primer día habían vendido 1.100 alfajores, y Havanna comenzó a expandirse por todas las ciudades balnearias a razón de un local nuevo por año.
El alfajor como souvenir de Mar del Plata
La visión comercial de Eliades notó que Mar del Plata carecía de un producto para que los visitantes obsequien cuando regresaban de sus vacaciones, más allá de artesanías y souvenirs con muy poca o nula utilidad, y adoptó como slogan: “Se va hoy, se va mañana, compre alfajores Havanna”. Eso terminó de posicionar a la marca, convirtiéndola en el regalo ideal que los turistas elegían para llevar a sus lugares de origen.
La primera fábrica de Havanna
“El griego” no se conformó con el éxito de Havanna, y su ambición lo llevó a invertir los ingresos generados con la fábrica de alfajores. Mar del Plata había cambiado, ya no era exclusivo de las clases adineradas, y Eliades supo distinguir ese proceso. Eran tiempos de políticas peronistas, reivindicación de las clases populares, aguinaldo, hoteles gremiales, consumo interno y vacaciones.
Delco S.A., la constructora de hoteles del dueño de Havanna
La “Ciudad Feliz” ahora debía albergar a las masas, por lo que Demetrio al comprenderlo fundó DELCO S.A, acrónimo de Demetrio Eliades Constructora. La compañía se dedicó a construir hoteles con vista al mar, tanto la clase alta como la clase media podía acceder a departamentos en la costa argentina. Si en algún momento, a principios de siglo, llamaron a Mar del Plata la “Biarritz” argentina, Eliades buscó transformarla en la “New York” del país, por su cantidad de altos edificios y rascacielos.
Con la ayuda de dos nuevos socios, el arquitecto Juan Dompé y el ingeniero Jan Ruszkowski -un polaco que había huido de la SGM- ejecutaron obras que son insignias de la ciudad.
El edificio Demetrio Eliades, también conocido como Edificio Havanna
Uno de los edificios construidos por Delco. S. A. lleva el nombre de Demetrio Eliades, un personaje emblemático y clave de Mar del Plata. Originalmente iba a llamarse Palacio Belvedere, e iba a ser el segundo más alto del país.
El edificio Demetrio Eliades -o Edificio Havanna- tiene 39 pisos, su construcción comenzó en el año 1966 y concluyó el 4 de diciembre de 1969. Es el edificio más alto de Mar del Plata y, para quienes quieran visitarlo, la dirección es Bv. Marítimo Peralta Ramos 2865.
Demetrio Eliades falleció el 4 de diciembre de 1969, poco antes de finalizar la obra, por eso se lo homenajeó colocándole su nombre. Aunque se lo conoce popularmente de otra manera, por el gran cartel que hay sobre su terraza.