La falta de pago en los salarios produjo un grave conflicto gremial en Lipo. La industria de la golosina, una de las más afectadas por la realidad económica.
Los famosos caramelos súper ácidos, esos que siempre tenían las abuelas para convidar a sus nietos cuando los visitaban, se encuentran en riesgo de desaparecer. Es que Lipo S.A., la empresa que los produce, está en crisis y no puede afrontar el pago de salarios a sus más de cien trabajadores.
Hace dos semanas, los empleados de Lipo comenzaron a denunciar la falta de pago de los salarios de abril, ya que se les había depositado sólo el 50 %. Por esta razón, frenaron la producción e iniciaron una protesta en la puerta de la planta.
El conflicto se profundizó luego de que la patronal propusiera pagar lo adeudado a cambio de descontar días no trabajados por falta de materia prima. Además, la empresa propuso otorgar un día pago sin prestación de tareas cuando se repita esa situación. Los trabajadores, reunidos en asamblea, rechazaron esta propuesta.
Fuerte caída de las ventas de golosinas
La industria de la golosina en general se encuentra en un momento crítico ya que uno de los primeros gastos que recortan las familias son este tipo de productos, los «gustos» que se agregan a las compras de mayor necesidad, y en momentos de ajuste comienzan a ser descartados.
Lipo alega que sufrió una caída drástica en las ventas que derivó en un desplome de la producción. Pese a ello, finalmente ayer se les depositó el sueldo que les faltaba a los trabajadores. Sin embargo, las reiteradas veces que el salario les llegó en cuentagotas hace temer que esta puede no haber sido la última vez.
La fábrica Lipo ocupa 8.000 metros cuadrados productivos y cuenta con otros 11.000 metros cuadrados para almacenamiento, desde donde se despacha toda la producción. Produce dos millones de unidades de caramelos por día y exporta al Mercosur, Asia y Europa. La empresa que tiene su planta en Remedios de Escalada, partido de Lanús, tiene actualmente unos 130 empleados.
Antecedentes del conflicto
No es la primera vez que pasa esto en la fábrica de Lipo. A principio de año sucedió algo muy parecido, con paros y protestas, ya que en ese entonces hubo retrasos en el pago de los sueldos de diciembre. Previamente, en 2017 y 2020 también sufrieron algunas bajas en su producción por falta de pago de los salarios.
Esta situación visibiliza el impacto de la recesión en la industria alimenticia. Ya son varios los casos de fábricas paradas, tal como el de Dánica en Llavallol o la paralización de actividades en la fábrica de galletas NS, ubicada en Monte Grande, por deudas salariales.