Rusia no provee el recurso hacia el continente, mientras aumenta la preocupación por la escasez de oferta y el aumento en los precios.
Rusia proporciona un tercio del gas de Europa, y si bien su presidente, Vladimir Putin, dijo que volvería a suministrar lo necesario una vez que las reservas de su país estén llenas, esto no acabó sucediendo. Esto produjo que los precios se dispararan casi un 10% según los índices de referencias.
El Kremlin ha dicho que Rusia está comprometida con enviar más gas a Europa una vez que repongan su almacenamiento doméstico, en línea con la orden emitida por Putin a la compañía estatal de energía Gazprom, que dijo que el despacho se realizaría el lunes.
Con la producción y las exportaciones de Gazprom cerca de niveles récord, y su almacenamiento europeo en aproximadamente un tercio respecto de los volúmenes de hace un año, algunos políticos europeos dicen que Rusia podría hacer más por reducir los precios y las facturas de los consumidores.
Les preocupa que Moscú esté usando la situación con fines políticos y acusan a Rusia de manipular el mercado para hacer disparar los precios. Rusia ha negado que esté reteniendo gas como una forma de ejercer presión sobre los reguladores alemanes para que aprueben las exportaciones a través del nuevo gasoducto Nord Stream 2, que pasa por debajo del Mar Báltico, lo cual evitaría atravesar el gasoducto Nord Stream original. Sucede que este cruza a través de territorio ucraniano, país que enfrenta una situación geopolítica volátil con el gigante euroasiático por el control de la península de Crimea, en la frontera entre ambos.
Mientras tanto, el invierno europeo comienza a hacer mella, y por ejemplo en Gran Bretaña, muchas compañías de energía, que a menudo suministran gas y electricidad a hogares y empresas, han tenido problemas y algunas han quebrado. Los consumidores enfrentan facturas de energía mucho más altas y el impacto en las empresas ha sido de gran alcance.