En Argentina, todos los 2 de septiembre se conmemora el Día Nacional de la Industria Nacional en recuerdo de la primera exportación del país al extranjero. Fabricados en Santiago del Estero, una serie de tejidos y harinas viajaron a Brasil en el año 1587.
Industria nacional: la primera exportación de Argentina
La primera exportación de Argentina al exterior se realizó a través del fondeadero del Riachuelo a la carabela San Antonio, al mando de Antonio Pereyra, rumbo al país vecino. La nave se encontraba cargada de tejidos como lanas, lienzos, sombreros y sacos de harina que fueron producidos por entonces la próspera y productiva Santiago del Estero. El cargamento era fletado por el obispo del Tucumán Fray Francisco de Vitoria.
Este embarque dio nacimiento también a la Aduana que comenzó a motorizar envíos fundamentalmente de productos textiles, tales como frazadas, lienzos, lana, cordobanes, costales, sobrecamas, sombreros.
Estos eran productos y manufacturas provenientes mayormente de Tucumán, que habían sido elaboradas en Santiago del Estero. Posteriormente se confirmó que, además del cargamento legal se exportaron, de manera ilegal, varios kilos de Plata del Potosí, prohibidos para su exportación por la real Cédula.
Resiliencia y crecimiento de la Industria argentina
La naciente Industria en el territorio se enfrentó a muchas desventajas a lo largo del tiempo. La Argentina de aquel momento no contaba con infraestructura para el sostenimiento del comercio: faltaban caminos, carreteras, rutas marítimas o fluviales y terrestres que, además, debían conectar un territorio por demás de extenso. A pesar de todo ello, siglos después el país llegó a ser considerado «el granero del mundo» por su capacidad de producción agrícola.
La Industria Nacional es uno de los más potentes motores de la economía y factor preponderante para la cohesión social argentina. Con un entramado de empresas grandes, medianas y pequeñas, que aportan significativamente al desarrollo tecnológico, la generación de valor y la creación de empleo.