Los empresarios del sector reclaman medidas para aumentar su competitividad. El Gobierno asegura que la apreciación cambiaria continuará, pero la cuenta de servicios ya genera un agujero profundo en las reservas del Banco.
Por la apreciación cambiaria, el turismo emisivo generó durante septiembre un desbalance que significó la pérdida de 650 millones de dólares en la cuenta de servicios del Banco Central. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el turismo receptivo de extranjeros bajó casi 16 % en ese mes, mientras que el emisivo (argentinos que salen del país) subió más de un 30 %. El Gobierno asegura que profundizará el rumbo. La situación golpea fuerte a la actividad y los empresarios del sector señalan que “el sistema tributario actual es insostenible”.
La recesión sigue pegando fuerte en la economía real. Sectores como la industria y la construcción todavía acumulan caídas de dos dígitos, el consumo masivo mostró en septiembre un retroceso histórico del 22,3 % interanual y los despachos de combustibles están por el piso. Sin embargo, este panorama complejo también convive con el de muchos argentinos que ven la oportunidad ideal de viajar al exterior. Todo forma parte del mismo esquema macroeconómico de sostenida apreciación cambiaria que vuelca incentivos también a la importación de bienes en detrimento de la producción local.
Según datos del Indec en septiembre, el turismo receptivo de extranjeros se contrajo un 15,9 %, mientras que el emisivo aumentó un 30,4 %. Entre los principales destinos elegidos por los argentinos se destacan Chile, con el 19,9 %; Brasil, con el 16,2 %; y Europa, con el 15,8 %.
Si se mira la foto completa, los visitantes que incluyen a excursionistas que no pernoctan en el país, el dato es aún más grave: un declive del 27,3 % en los extranjeros que vienen al país y una suba del 40 % de los argentinos que van al exterior.
El deterioro de la balanza turística trae cada vez más dolores de cabeza al Banco Central, que continúa con reservas netas negativas por alrededor de 6.000 millones de dólares. La entidad que conduce Santiago Bausili publicó el balance cambiario de septiembre que arrojó un déficit de 650 millones de dólares en la cuenta de servicios. Ese rojo viene en franco ascenso desde marzo, cuando se perdieron apenas 153 millones de dólares.
A pesar de que el dólar blue y los financieros tienen una cotización más baja que la que se utiliza para pagar la tarjeta de crédito, lo que debería generar un incentivo a que los gastos no aparezcan en la cuenta de la autoridad monetaria, el déficit de septiembre estuvo casi un 50 % por encima del mismo mes del año anterior.
Reclamos del sector
Desde la cartera de Economía, el ministro Luis Caputo ya anunció que no cambiarán el rumbo. Ante estas declaraciones, los empresarios del sector enfocan sus reclamos en la cuestión impositiva. Esta semana, reunidos en el Coloquio Tributario 2024, los representantes de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), pidieron al Gobierno revisar el esquema vigente.
El principal reclamo estuvo orientado a “eliminar impuestos distorsivos que atentan contra la productividad de las empresas”. En este grupo incluyen al impuesto a los Ingresos Brutos, a los Débitos y Créditos Bancarios, el Impuesto PAIS, los Derechos de Exportación y las distintas tasas municipales sin contraprestación.
Además, solicitaron revisar el actual esquema del IVA: “El sector sufre una importante diferencia en el tratamiento. En Europa, la alícuota general es el 21 %, pero hotelería y gastronomía están gravadas con la alícuota reducida del 10 %, mientras en Argentina se aplica la general, es decir el 21 %”, señaló el vicepresidente de Fehgra, Rafael Miranda.