A través de un programa de role play la empresa B bahiense Metropallets desarrolla las habilidades blandas de sus colaboradores.
Metropallets, una empresa B de Bahía Blanca, se dedica a la fabricación de pallets de todo tipo reciclados, logística y distribución, entre otros servicios, y busca en su día a día generar un tiple impacto: económico, ambiental y social. Como parte de este objetivo, ya lleva salvados más de 612.000 árboles e incentiva a la comunidad a compostar donando composteras comunitarias a la ciudad y a la zona y ofreciendo capacitaciones a instituciones, plazas y colegios.
También como parte de esta meta desarrolla el programa Despertando Talentos. Más Industrias habló con Ariel Munzi, director de la empresa, quien explicó en qué consiste y de qué manera ayuda al desarrollo de sus empleados tanto en el desempeño de su trabajo como fuera de él.
¿Cómo se desarrolla el programa Despertando Talentos?
El programa responde a nuestra política de contratación, que es la de incluir personas con barreras al empleo. Todo ese colectivo de personas tiene oportunidades con nosotros. Una vez que ingresan a nuestra planta, cada día que se presentan a trabajar tienen que elegir una de las nueve áreas de trabajo. La persona va a tener que liderar, a través de un role play, esa área durante toda la jornada, lo que implica liderar al mismo tiempo a todos sus compañeros sin tener un cargo. Y eso es un gran reto porque tiene que lograr que su compañero acceda a ciertos pedidos suyos. Por lo tanto, sin ser el jefe, tiene que hacerle ciertas peticiones y la otra persona tiene que acceder porque, de no hacerlo, le causaría un problema. Esto es increíble, pero ocurre básicamente en la mayoría de los trabajos. Lo que pasa es que a veces no queda blanqueado, entonces si el otro no accedió a tu petición no pasa nada, pero en este caso quedá esa persona como responsable del área y cuando viene una auditoría, si no logró que la otra persona acceda, ese problema recae sobre él. Cuando las auditorías vienen dando mal, la persona se empieza a preocupar, toma un poco más de aire y lo enfrenta de otra manera, con más energía.
¿Cómo se decide quién lidera cada área ese día?
Cuando ingresan al trabajo se junta el equipo frente a una pizarra central y democráticamente se designan las tareas. Un día pudieron elegir una, al otro día podrían elegir otra. Así van rotando. Cualquiera que circula puede ver quién es el responsable de esa área porque está escrito en el pizarrón. Las tareas no son complejas. Todo lo contrario.
Por ejemplo, ¿qué tareas realizan?
Por ejemplo, hay un área que es darle de comer a Fede, nuestra mascota. Para que vos no te olvides, requiere que tengas una agenda, que te organices, que chequees que esté el alimento porque a veces resulta que te olvidaste de avisar que había que traer más. Con pequeñas cosas se van desarrollando estas habilidades. Hay algunas tareas más sencillas y otras más complejas. Se van rotando.
¿Cuáles son las habilidades blandas que se logran con esta práctica?
Se empiezan a poner sobre la mesa las capacidades de negociación, de liderazgo, de resolución de conflictos, de empatía, de solidaridad, todas necesarias cuando tenés que lograr que tu equipo de trabajo esté alineado con lo que vos necesitás para tu área.
¿Para quiénes está pensado este programa?
Todas son personas que están trabajando en Metropallets. Las personas ingresan con barreras al empleo: ingresan al primer trabajo formal, indistinto de su edad porque hay personas que tienen 40 años y este es un primer trabajo formal. No es casual que ese historial de haber pasado por trabajos informales también esté asociado a conductas de poca responsabilidad. Entonces, cuando se les presenta este plan tienen un serio desafío por delante. Organizarse, si no lo tenían en su mapa, es muy difícil llevarlo a cabo y que te salga bien. Implica un gran esfuerzo. A tal punto que algunos no lo resisten y terminan abandonando, pero la mayoría sí lo logra y se van empoderando día tras día. Te das cuenta porque en las etapas iniciales se encuentran con muchas fallas, pero conforme pasa el tiempo van aceitando la técnica de adoptar habilidades blandas en general y esos retos los van alcanzando.
¿Qué cambios ven en los trabajadores con este programa a largo plazo?
El resultado es increíble. A lo largo del tiempo las personas se van empoderando. Empiezan a tener herramientas no solo para el trabajo, sino para su vida personal. Por ende, esto trae aparejado una mejor calidad de vida, porque hay mejores relaciones a su alrededor. Claro que hay desafíos todo el tiempo porque cuando se te presenta un área con ciertos retos por delante y no tenés las habilidades desarrolladas se genera una tensión que nosotros vamos acompañando para que puedan llevarla a cabo e ir aprendiendo sobre el error. No es que haya un gran maestro que les da clases, sino que el aprendizaje viene de la práctica diaria.
La empresa está trabajando también con la Unidad Penal Nº4 de Bahía Blanca. ¿En qué consiste ese proyecto y cómo se relaciona con el programa?
Después de dos años de estar trabajando en el programa brindamos un puesto para un interno del penal a una persona que ya está a un año de alcanzar su libertad. Sale del penal de Bahía Blanca, viene a trabajar a Metropallets y vuelve al penal. Esto le permite obtener referencias y un CV, de modo que cuando alcance la libertad, dentro de unos meses, tenga chances de insertarse en un trabajo. Así que, de los 900 internos que hay en el penal, esta persona ha tenido esa facultad y desde el penal mismo hay toda una algarabía porque este logro ha implicado que intervengan jueces, fiscales, el Ministerio de Trabajo de Nación. Imaginate que una persona que sale con pulsera electrónica, que está monitoreado satelitalmente, es todo un gran desafío. Y la persona está trabajando como cualquier operario. De esa manera, también ponemos nuestro granito de arena para disminuir la tasa de delito. Un dato arrollador es que hay personas que, al no encontrar oportunidades de trabajo cuando salen del penal, prefieren delinquir de vuelta para volver a meterse al penal porque estaban mejor adentro que afuera. Con este proyecto apelamos a darle, aunque sea a uno, la oportunidad por seis meses. Después de eso, podrá ser el siguiente.