Chiesa: “La estrategia frente a la aftosa es la vacunación, priorizando la prevención y el control privado”

El coordinador de la Mesa Nacional de Carnes sintetizó la posición argentina: “No tenemos circulación viral; vacunamos porque nos previene”.
La estrategia actual se basa en la precaución y la prevención activa, mientras el sector enfoca sus energías en otros desafíos como el bienestar animal y la trazabilidad.

En el marco del 4° Congreso Federal Ganadero del Rosgan, el debate sobre la erradicación y el control de la fiebre aftosa tomó protagonismo, planteando la recurrente pregunta: “¿Vacunación sí, vacunación no?”.

El Ing. Agr. Dardo Chiesa, coordinador de la Mesa Nacional de Carnes, presentó la postura estratégica del sector, enfatizando la necesidad de mantener el sistema de vacunación como método de prevención.

A pesar de los desafíos que la enfermedad sigue marcando para el pulso sanitario y comercial de la región, Chiesa inició su exposición con un diagnóstico positivo sobre la situación actual argentina: “Cuando hablamos de aftosa tenemos algo bueno para celebrar, no hay circulación viral”.

Ing. Agr. Dardo Chiesa, presidente de la Mesa Nacional de Carnes.
Dardo Chiesa, presidente de la Mesa Nacional de Carnes.

El coordinador señaló que, si bien la preocupación central es la posible reintroducción viral, el mercado actual no castiga la vacunación, poniendo como ejemplo el caso de Uruguay.

“Hoy paga lo mismo el mercado aftósico, Uruguay está exportando lengua a Japón y es país con vacunación”, sostuvo. En su opinión, lo que realmente impone barreras comerciales es la trazabilidad.

Chiesa —quien fue fundador de la Sociedad Rural de Macachín y llegó a la presencia de CRA y del IPCVA— defendió la soberanía en la elección del mecanismo de prevención, una postura que Argentina ha sostenido en foros internacionales.

“Libre es libre, con o sin vacunación. La elección del método es interna. Cuál es el método de prevención que utilizo es algo mío; uso la vacunación o dejo de vacunar y me arriesgo a lo otro, aunque clara la posición del sector al que represento: el sistema de vacunación es el que tenemos que llevar adelante”, señaló.

“Si se pueden hacer las cosas mejor, más rápido y más barato, pensémoslo. No nos casemos con metodología, pero por la manera de producir de todos hoy es la vacunación”, dijo Chiesa.

Una de las principales preocupaciones de Chiesa es la capacidad de respuesta ante un evento adverso. Recordó una experiencia pasada de la Argentina cuando se dejó de vacunar “y el gobierno eligió el peor camino: esconder todo debajo de la alfombra”.

Ante la posibilidad de un brote, aunque los epidemiólogos sugieren una recuperación del estatus sanitario en pocos meses, el impacto económico es alarmante. Chiesa se mostró preocupado por lo que representarían unos tres meses sin poder exportar para un productor ganadero.

Actualmente, el control de la fiebre aftosa es un sistema mixto, coparticipativo y solidario donde están involucrados tanto el Estado como los privados. Sin embargo, la interrupción de la vacunación transfiere la responsabilidad de la vigilancia enteramente al Estado.

El sector privado rechaza esta posibilidad, aludiendo a la falta de seguridad que implicaría: “Los privados no queremos eso, no nos fue bien, no se lo queremos dar al Estado. No queremos entregar algo que nos puede dejar fuera de los mercados. A nosotros no nos da seguridad”, aseguró Chiesa.