Tenemos conciencia de la incertidumbre que suelen tener los inversores rurales ante la instancia de comprar o arrendar un campo o estancia, desarrollar posteriormente la actividad prevista, vincularse con empresas proveedoras de insumos y servicios, y las que comercialicen su producción agropecuaria.
Todo esto con la desventaja de que generalmente deben realizar las gestiones a distancia, tienen un conocimiento limitado de La Pampa y de la aptitud de los campos, y ponen en distinto grado de riesgo lo que normalmente son importantes montos de inversión.
Creemos que se coincidirá con nosotros en admitir que toda inversión tiene la posibilidad de ser un acierto o un error en función de que posteriormente se obtengan o no las satisfacciones y beneficios que se pueda haber previsto y se haya justificado o no el precio reconocido.
Invertir en el campo: consejos para la compra de tierras rurales
Elegir una empresa inmobiliaria
Inicialmente, resulta determinante que el inversor se asegure que los profesionales que integren la empresa inmobiliaria con la que tratará tengan una muy buena formación, experiencia y referencias sobre todos los aspectos que conforman una adecuada gestión inmobiliaria rural. Una relación de elevada confianza con la inmobiliaria es imprescindible para asegurar una gestión exitosa y satisfactoria.
Conocer los distintos aspectos del campo
Informarse de los diferentes aspectos de cada campo a considerar resulta imprescindible. Aquí debe evaluar la información agroecológica de las zonas de emplazamiento, que es determinante de la aptitud agropecuaria y potencial productivo que posee cada campo que considere; seguida del análisis de la razonabilidad de los valores de venta o arrendamiento pretendidos; informarse sobre las posibilidades de desarrollar las actividades agropecuarias y de otro tipo que pretende y prever llegar a tomar algunas decisiones a futuro. El adecuado asesoramiento agronómico que se reciba en esta instancia resulta fundamental.
Confirmar la existencia de la documentación del inmueble
Durante el proceso, con la intervención de corredores inmobiliarios y de comercio idóneos, corresponde que el inversor tenga la posibilidad de confirmar la existencia de documentación correspondiente y obligatoria del inmueble de su interés (asegurándose que no existan inhibiciones, embargos u otras irregularidades), y profundizar todos los aspectos inherentes en cada instancia de negociación (precio, forma de pago, aspectos contables, impositivos y fiscales). Los inversores extranjeros deben asesorarse, además, sobre las restricciones existentes para la posesión de tierras rurales en Argentina.

Elaboración adecuada de la documentación pertinente
Al final de la gestión, y ya con el acuerdo a satisfacción entre todas las partes involucradas, debe asegurarse sobre la elaboración adecuada de la documentación pertinente (con el correspondiente marco legal) para formalizar finalmente la operación inmobiliaria prevista y consensuar la selección de la escribanía interviniente.
Durante todas las actividades indicadas, además de la asistencia que le brinden los profesionales que integren la empresa inmobiliaria con la que tome contacto, el inversor debería considerar la posibilidad y conveniencia de recibir asistencia de su propio asesor agronómico, contador, asesor legal y escribanía de su confianza.
Registro y habilitación
Por último, y con la debida orientación y asesoramiento, cada inversor deberá realizar el registro provincial para la habilitación productiva del campo adquirido; su vinculación con empresas proveedoras de insumos, comercializadoras de la producción agropecuaria e instituciones de servicios; y la selección de personal rural.





