Las importaciones llegaron a los 60.822 millones de dólares en 2024, un 17,5 % menos que en 2023, debido a una caída en la demanda interna y en algunos sectores de la economía. Como resultado, el superávit comercial fue de 18.899 millones de dólares, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Esta dinámica se ve influida también por las nuevas regulaciones impulsadas por el Gobierno en el último año que afectan, en particular, a las pymes. Para entender mejor cómo estas políticas están impactando en las importaciones, Más Industrias conversó con Gabriel Salomón, despachante de aduana, profesor en Ciencias Económicas y director general de Jidoka, una empresa que brinda servicios de logística y comercio exterior con quince años en el mercado, quien considera que es un año de nuevas posibilidades para nuestro país.
¿Cómo evalúa el desempeño de las importaciones en 2024 y qué impacto tienen las nuevas regulaciones establecidas por el gobierno nacional?
Desde el punto de vista de la reducción de aranceles y de intervenciones, se fueron flexibilizando cuestiones sobre distintas mercaderías. Por ejemplo, licencias automáticas que se fueron sacando o la declaración anticipada para importar que también se derogó, el dumping que ya no prevé las renovaciones automáticas y todo esto hace que se genere interés por volver a importar. Hay empresas que se habían ido del país y otras que están consultando para importar que hasta ahora compraban localmente. El Gobierno quiere que haya más competencia, bajar la inflación, que los precios estén más acordes, y lo va generando con esta apertura.

Por otro lado, por más que hayan bajado los aranceles o que no haya intervenciones, la carga tributaria es muy alta todavía. Entre el 75 y el 80% del valor que vas a importar lo tenés que tributar al momento de nacionalizar la mercadería. Es un valor muy importante, más allá de que después haya créditos fiscales que permitan ir recuperando y quede el costo puro, que es el derecho de importación que promedia un 20 %.
¿Cuál de las nuevas reglamentaciones es la que tuvo un efecto mayor hasta ahora?
La última, la más reciente y la que más efecto está teniendo es la regulación de las intervenciones de la seguridad eléctrica (Resolución N° 16/2025): si bien las empresas que importan tienen que tener las certificaciones para productos terminados, es una certificación local y no de frontera. En muchos países del mundo las certificaciones son locales, a partir de cuando uno las comercializa, y no al momento del ingreso al país. Eso me parece un avance importante ya que no es potestad de la Aduana verificar esa situación, sino que es posimportación. Lo que hace es abrir mucho más el mercado a las marcas y hay una compulsa de precios.
También salió la Resolución N° 5644, que permite a los importadores trasladar la mercadería a depósitos fiscales para la verificación física y documental, lo que implica un ahorro del 80 % en los costos.
Sí, eso es importante porque cuando llega un contenedor a la Argentina los costos de almacén están dolarizados y son muy elevados. Lo que hizo esta norma es dar la posibilidad de elegir, incluso posteriormente a la nacionalización, en el caso de que salga el canal rojo, que genera un movimiento adicional: por lo general, se demora tres o cuatro días más, lo que implica un extracosto tremendo. Esto da al usuario la posibilidad de traslado a un depósito fiscal habilitado, cuyas tarifas están pesificadas y son menores y más previsibles.
¿Cómo se verán afectadas nuestras importaciones con las medidas que está implementando el gobierno de Estados Unidos?
Es sumamente importante la relación que tiene nuestro Presidente con el presidente de los Estados Unidos y el impulso de un acuerdo bilateral. Primero, que nos empiecen a prestar más atención en cuanto a los productos que podamos ofrecer por los altos aranceles que se van a hacer en otros países de extrazona con Estados Unidos. Y después, el acuerdo que podamos llegar a lograr va a tener una desgravación arancelaria. Se van a compartir listados por devolución de aranceles. Es algo que se va a venir. El formato, yo creo que va a ser similar al anterior.

¿Cuál es la proyección del sector para este año?
Hay un horizonte interesante porque Argentina puede llegar a estar en el Top 20 de países de producción de petróleo y tiene algunos avances importantes que generan ingreso de divisas. También está el acuerdo con Estados Unidos más las posibilidades de que Argentina o Sudamérica tenga su propio hub con China. Porque antes se usaba mucho Miami como hub de productos chinos. Ahora está cambiando eso a raíz de la guerra comercial entre China y Estados Unidos. No es una casualidad que China haya inaugurado el puerto de Chancay en Perú y esté buscando aeropuertos internacionales para invertir en Latinoamérica. Se van abriendo posibilidades para lograr esa sinergia y poder ser competitivos al exportar y que también las importaciones sean a un precio más bajo para que haya más competencia.
En este nuevo escenario, ¿qué obstáculos se les presentan a las pymes en materia de importaciones?
Lo único que no quedó liberado es el pago al exterior que, si bien la idea es en el corto plazo desregularizarlo, hoy es un impedimento y no es un tema menor. Todas las compras que hagas al exterior recién las podés pagar a los treinta días después de haberlas nacionalizado, si vos lo querés hacer por el Mercado Libre de Cambio mediante las entidades bancarias autorizadas por el Banco Central.
Se pueden usar otras opciones, pero eso depende mucho de hacia dónde vamos en la modificación del dólar. La diferencia del dólar, cuanto más chica es, más tranquilidad te da poder usar otra herramienta de pago. Si la brecha se abre, también tenés un extracosto que tenés que tener presente cuando analizás el precio de un producto. Hoy la brecha está bastante cercana. No es un condicionante, pero hay que prestar atención. Hay bancos que están otorgando líneas de financiación de importación. Por lo general, se las dan a los grandes, pero siempre aconsejo a las pymes que las pidan porque las están otorgando.
¿Qué consejo le daría a una pyme importadora?
Las pymes siempre pueden hacer una diferencia en cuanto al desarrollo tecnológico, la visibilidad en redes y tener un partner de asesor en comercio interior que los pueda guiar. Tienen una ventaja importante ya que tienen mucha más flexibilidad al cambio que las grandes corporaciones. Pueden estar mucho más cerca del cliente, tienen una atención más personalizada, el profesionalismo es mucho más visible por el acercamiento. Eso puede hacer que se posicionen y que puedan generar un mercado interesante.



