Las encuestadoras registraron estos últimos meses una fuerte baja en el consumo, pero algunas industrias de Bahía Blanca todavía resisten los vaivenes del dólar y de una economía local que no logra despegar, apostando a la calidad de sus productos.
Tres Hileras y la importación de insumos
Marcos Molinari, de la fábrica de cerveza artesanal Tres Hileras, asegura que en abril vivieron una baja importante en sus ventas.
“El 90 % de las cervezas que se consumen en Bahía son industriales. Somos una fábrica de cerveza artesanal que, además, tiene venta al público, a mayoristas (proveen de barriles a bares y locales gastronómicos) y al consumidor con choperas, recargas de botellones, pintas y una línea de cervezas con más graduación de alcohol en el local”, apuntó.
“En cierto punto, la importación de ciertos ingredientes y elementos se nos complica en este contexto actual porque, además, la producción de una cerveza artesanal tiene un costo extra: usamos lúpulo, levadura y hasta inclusive algunas maltas importadas, cuyos precios están atados históricamente al comportamiento del dólar y la oferta de estos productos es irregular. No siempre conseguimos lo que queremos para mantener una receta”, dijo.
Tres Hileras tiene un local en la calle Salta 44 y su fábrica en Florida 652. Se encuentran en un momento de plena expansión.
“Vamos a desarmar en breve el local de calle Salta. Estamos en una transición en la que necesitamos mover toda la infraestructura, cámara de frío, canillas y todo a otro local nuevo. Vamos a emprender otro desafío: un negocio gastronómico que va a vender desde desayunos hasta cenas con shows y viandas de almuerzos, donde se va a vender nuestra cerveza. Se trata de una gran movida que nos va a permitir seguir creciendo en el contexto de una economía tan variable”, aseguró Molinari.
Finca Oliva Olivos y la expansión al exterior
Desde la Finca Oliva Olivos, ubicada en la Ruta Nacional 3 (vieja), Franco Tamburo, su dueño y gerente de Producción, le contó a Más Industrias que el aceite de oliva virgen es un rubro que ha mantenido un ritmo de crecimiento que va en alza.
«Los olivares están entrando de a poco en el ojo de las grandes empresas de fertilizantes y maquinarias que cada día se acercan más a vender sus productos. Acá se trabaja mucho la venta directa, desde los puestos dentro de la misma finca con el turismo, la distribución propia y zonal, y se está empezando a ver el tema de exportación, gracias al tipo de cambio. En España e Italia tuvieron malas cosechas por lo que la venta al exterior aparece como una opción viable”, explicó Tamburo, quien es sommelier de aceite de oliva, y señaló que la finca, que tiene una década de trabajo activo, ha logrado en los últimos años cosechas mucho más rentables.
“Antes era todo muy chiquitito, casi boutique de cierta forma, y hoy ya estamos trabajando con más distribuidores y saliendo a la venta a nivel país a través de la tienda online”, mencionó.
“Esto ha explotado en los últimos años”, aseguró, por su parte, Marianella Tamburo, hermana de Franco, a cargo en la empresa del área de Turismo y Relaciones Públicas.
“Nosotros vemos un crecimiento también en lo que es la conciencia de la gente sobre la necesidad de consumir buena calidad de productos alimenticios. Nosotros trabajamos mucho con lo que es la comunidad, abrimos las puertas, las tranqueras, de la finca a la gente, a las escuelas, para mostrar lo que es la producción de aceite de oliva virgen extra, de alta calidad, que se produce muy cerquita de Bahía Blanca en un lugar que tiene mucha historia”, apuntó desde la finca y garantizó que, después de once años en actividad continúan aprendiendo.
«Después de tanto tiempo seguimos aprendiendo y estamos atentos a que todavía hay mucho más para conocer. Siempre digo que los olivos tienen una similitud con los vinos, donde se manejan distintas cepas y variedades. Acá tenemos lo mismo, diferentes varietales que producen varias clases de aceite, todos de oliva virgen extra de alta calidad”, cerró.
Cubanitos Palihue, una empresa que busca llegar a más provincias
Desde Cubanitos Palihue, Maximiliano Barral destacó el gran consumo de esta oblea con dulce de leche 100 % bahiense, una golosina tradicional para la población local que hasta tiene una fiesta propia el 12 de marzo.
«En 2015 compramos con mi esposa un carrito de cubanitos ubicado en la entrada del barrio Palihue, en Cerrito y Kennedy, y desde ese momento, de a poco, fuimos creciendo y adaptando los sabores, cambiando el chocolate, el dulce de leche y agregando cosas que nos parecía que faltaban”, relató Barral.
“Luego, con la apertura del local en Lamadrid 111, las ventas siguieron creciendo y ya tenemos nuestros productos en Neuquén, La Plata, La Pampa, Bariloche y varias ciudades más, siempre creciendo a un ritmo enorme y con proyección desde nuestra ciudad”, agregó y recordó un momento bisagra que vivieron en la pandemia, cuando Cubanitos Palihue tuvo que cerrar.
“¿Y ahora qué hacemos?, nos preguntamos. Y nos pusimos a fabricar alfajores en casa, ya que teníamos las máquinas, las bañadoras, también los hornos, y subsistimos toda la pandemia a base de vender alfajores. Vendíamos cien docenas por semana. Nosotros las elaborábamos en casa y mi suegro, que es distribuidor de golosinas, las vendía por los kioscos. Y con eso pasamos la pandemia. Cuando terminó todo, arrancamos de vuelta con los cubanitos y, si bien desde que abrimos tuvimos un gran crecimiento año tras año, todo esto fue un boom y hasta tuvimos que cambiar el carrito de venta porque nos quedaba chico”, recordó.
Ahora, la empresa tiene una nueva habilitación industrial en trámite para montar una pequeña fábrica junto a otro punto de venta, que pronto estará en marcha. Desde que abrieron, el crecimiento en la producción no ha parado: “usamos alrededor de 10 toneladas de dulce por año”, detalló Barral.
“Tuvimos que poner gente para fabricar, para bañar los cubanitos, para atender el carro, porque estábamos sobrepasados con todo lo que era la producción y atención del negocio. El fin de semana la gente hace fila desde que abrimos hasta que cerramos. Ni hablar en los días de lluvia. Estamos muy conformes con lo que vendemos y la respuesta de la gente. Nuestra idea es sumar maquinaria para aumentar la producción y seguir creciendo”, concluyó.