The Carbon Sink es un emprendimiento de dos argentinos que permite generar el cálculo de la huella de carbono a nivel individuos, PyMEs o grandes empresas. En caso de tener emisiones positivas o una cantidad significativa de estas, permite comprar bonos de carbono que “compensen” esas emisiones.
La estimación anual de las emisiones tanto de individuos, PyMEs o grandes empresas se hace en la web donde se deberán responder algunas preguntas sobre la actividad, dieta o estilo de vida según corresponda. Los resultados se observan por categorías y pueden convertirse en relación de árboles talados y kilómetros recorridos en auto o avión a fin de poder dimensionar en otra escala el nivel de huella de carbono.
La calculadora fue diseñada por especialistas en la materia y está basada en protocolos de medición confiables de equivalentes a dióxido de carbono (CO2) tales como Verified Carbon Standard, Climate Community and Biodiversity Standard, Gold Standard, IPCC y VERRA.
Los argentinos detrás del proyecto son el abogado Sebastián Fragni junto al ingeniero agrónomo Federico Moyano y su misión es acompañar a las personas u empresas en su camino hacia la neutralidad de carbono.
[su_note note_color=»#e3e3e3″]Las formas de participar actualmente son dos: invertir en proyectos de pequeña escala (es decir, reducir emisiones o capturar carbono con impacto socio-ambiental local); o la adquisición de bonos certificados de proyectos (es decir, comprarle “lo no emitido al ambiente” a otros).[/su_note]
Los proyectos latinoamericanos en los que se puede invertir están ubicados en Argentina, Perú, Brasil, Chile, Uruguay y Colombia. A modo de ejemplo, la adquisición de una tonelada de CO2 en el Corredor de Los Cedros, en las Yungas jujeñas cuesta unos USD 10,50 y The Maisa REDD+ en Brasil cuesta USD 8 por tonelada. Estos accesibles valores encuadran la iniciativa como una minorista de impacto en venta de carbono.