Los objetivos que fueron fijados en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y en materia de sustentabilidad durante la COP 28 están lejos de alcanzarse, por lo que el sector empresarial reclama mayores incentivos y políticas de fomento.
Lo normal sería que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) inste a los gobernantes de los países miembro o a los directivos de las empresas a cumplir ciertos objetivos pautados de antemano, pero, en este caso son los empresarios los que reclaman al organismo medidas para el cumplimiento de sus propias recomendaciones.
Es que los puntos a alcanzar de la Agenda 2030, principalmente los relativos a energías renovables, han perdido mucho vigor en el contexto actual donde el resurgimiento de otras cuestiones más urgentes, o consideradas por los líderes globales más urgentes, los dejaron de lado.
En un llamado a la acción, ejecutivos de varias grandes empresas instaron el lunes a estos líderes a cumplir con el acuerdo internacional alcanzado en la cumbre COP 28 celebrada en Dubái el año pasado. Este acuerdo busca triplicar la capacidad de energía renovable para 2030 como una medida crucial para combatir el cambio climático.
Empresas como Amazon, conocido por su alto consumo de energía, y productores de electricidad como Vestas e Iberdrola, emitieron esta declaración durante un evento paralelo a la Semana del Clima de las Naciones Unidas en Nueva York.
Los ejecutivos hicieron un llamamiento a los países para que incluyan objetivos cuantificables de capacidad de energía renovable en sus nuevos planes climáticos nacionales, que serán presentados a la ONU en febrero. Además, instaron a que se esbocen planes de inversión específicos que garanticen el cumplimiento de estos objetivos.
La Semana del Clima
Mantener a los países enfocados en triplicar las energías renovables es uno de los temas principales de la Semana del Clima y de la Asamblea General de la ONU. En estos eventos, líderes mundiales, empresas y ONG buscan reforzar los compromisos internacionales sobre el clima. La ONU está inmersa en una serie de actos relacionados con el clima que comenzaron el domingo junto con la Asamblea General.
El objetivo no es nada fácil: el interés por las energías renovables ha ido decayendo de la mano de las disminución de las ayudas económicas estatales, principalmente en Europa y Estados Unidos. Desde que los créditos blandos empezaron a escasear, los proyectos de renovables también.
Son varios los especialistas que sostienen que los renovables no solo son caros sino que algunos contaminan más de lo que ayudan al medio ambiente. Por ejemplo, un panel solar no llega a compensar la huella de carbono que se generó para fabricarlo.



