El plástico es no solamente uno de los contaminantes más comunes, junto con los desechos orgánicos, entre los residuos sólidos urbanos que afectan a nuestras costas y pueblan nuestros rellenos sanitarios, sino también uno de los más difíciles de eliminar de nuestros hábitos cotidianos por su practicidad y por su precio.
En nuestro país, cada argentino produce 55 kilos de desechos plásticos al año, según un informe reciente de la Organización de las Naciones Unidas. De los residuos plásticos, en 2021 se recuperaron 307 mil toneladas, de acuerdo con el Índice Nacional de Reciclado de Plásticos realizado por Ecoplas junto a la Cámara Argentina de la Industria de Reciclados Plásticos (Cairplas).
De esta manera, se evitó que se liberaran unas 400 mil toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, el equivalente a lo que absorben 18 millones de árboles. Entre 2003 y 2021 la recuperación de plásticos se incrementó un 440%.
¿En qué se convierte el plástico?
Afortunadamente, además de estar generándose de modo paulatino conciencia sobre esta problemática en la población, cada vez surgen más empresas, muchas de ellas microemprendimientos, que emplean pellets de plástico reciclado o desechos de plástico triturados para transformarlos en los más variados objetos.
Todos los plásticos son reciclables. El más usado para este fin suele ser el PET (tereftalato de polietileno), presente en botellas de bebidas gaseosas y aguas y bandejas para comidas calentadas en microondas, por ejemplo. Es liviano, resistente y se puede emplear en la confección de muebles, alfombras, fibras textiles, piezas de automóvil o inclusive nuevos envases de alimentos.
Algunas empresas en la Argentina que emplean plástico reciclado para la elaboración de sus productos son:
1. Ladrillos EasyBrick
Están hechos de plástico PET. Pesan menos de un kilo, tienen excelente capacidad de aislación térmica y acústica porque cuentan con tres capas de aire, son encastrables y prometen ahorrar hasta un 30% en la construcción de una vivienda en comparación con los sistemas tradicionales, a la vez que reducen los tiempos de obra: un muro de tres metros lleva unas tres horas.
La firma oriunda de Tigre asegura que con doce millones de tapitas de gaseosa, que es la cantidad que se desecha por día en nuestro país, pueden fabricar unos 36 mil ladrillos diarios con los que se pueden construir quince viviendas tipo. La firma también fabrica una teja tipo colonial para techos y cubiertas.
2. Xinca Ecoshoes
El recambio de neumáticos en la Argentina produce entre 130.000 y 150.000 toneladas anuales de desechos, según datos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Esta empresa mendocina hace con ellas zapatillas deportivas económicas (rondan los 10.000 pesos), “ecojotas” y otras prendas de vestir con residuos textiles.
Aprovechan el caucho, natural o sintético (polímero plástico), el metal y otros materiales que llegan a su planta recicladora. Producen entre mil y 1.500 pares de zapatillas por mes, que se venden en locales de Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, Tierra del Fuego, Entre Ríos y Tucumán, y a través de su web en todo el país.
3. Bond Eyewear
Inspirado por la cantidad de residuos que veía en la costa y el río de la localidad bonaerense de Vicente López, Malcolm Rendle fue impulsado a la acción: decidió crear una línea de anteojos con plásticos reciclados. Al principio, intentó hacer los marcos con una impresora 3D, pero después optó por un proceso de inyección: las botellas lavadas se trituran hasta convertirlas en escamas y se funden. Ya llevan acumulados más de 60.000 kilos de plástico.
A su vez, cada par de anteojos, de sol o de lectura, puede ser devuelto a la empresa para su reciclado y así obtener un 30% de descuento en la próxima compra. También hacen un 2% de descuento por cada kilo de residuos que el cliente lleva al local.
4. Proyecto Mutan
Con alrededor de mil kilos de plástico por mes que les compran a diferentes organizaciones de recuperadores urbanos hacen mesas, lámparas, composteras, macetas y anteojos de sol.
La idea surgió de Sergio Fasani cuando tuvo que hacer su tesis para recibirse de la carrera de Diseño Industrial buscando un doble impacto: ecológico y social. El concepto fue rescatar el material desechado para transformarlo en objetos que no sean de un solo uso. Hoy el proyecto lo lleva adelante un equipo de diseñadores y activistas ambientales. En un año reciclaron más de 2.500 kilos de plásticos post consumo que equivalen a un millón de tapitas.
5. Marote
La empresa hace mobiliario urbano con plástico post consumo, desde bancos, mesas, bolardos, bebederos, macetas, macetones y cestos de basura hasta papeleros y clasificadores de residuos. También tiene una línea de productos funcionales corporativos: llaveros, portacelulares, soportes de notebooks, jaboneras, juegos de mesa, cajas, portacepillos de dientes, macetas iniciadoras de huerta, cestos de residuos orgánicos, además de trofeos y galardones.
Trabajan con este fin junto a municipios como los de Bahía Blanca, Saladillo y Pergamino, provincia de Buenos Aires, y empresas, y organizan talleres para niñas, niños y jóvenes donde enseñan técnicas para hacer objetos nuevos a partir de plástico.