Según un informe de la UADE, las mejoras en el acceso a financiamiento no lograron compensar el alza generalizada de los costos.
La industria busca recuperar el terreno perdido durante el año pasado, aunque a un paso lento. De acuerdo con un estudio de la Fundación de Investigaciones Económicas (FIEL), en los primeros cinco meses del año apenas logró compensar un 20 % de la recesión sufrida en el mismo periodo de 2024. Con ese lastre a cuestas, el sector comenzó a sentir cada vez más dificultades para sostener la recuperación que vislumbró en los primeros meses de 2025. Sucede que, medido en dólares, producir en el país le costó un 25 % más caro, según el Instituto de Economía de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).
Este último informe señaló que en abril de 2025 producir en Argentina fue un 25 % más caro en dólares y 110 % en pesos corrientes, respecto a diciembre de 2023. “Los costos de producción que más aumentaron entre diciembre de 2023 y abril de 2025 fueron el salario y el combustible: en dólares subieron 59 % y 54 %, respectivamente; en pesos corrientes, 171 % y 163 %”, destacó el documento.
Los sectores industriales más perjudicados fueron Productos de metal (-15,5 %), Caucho y plástico (-12,5 %) y Minerales no metálicos (-12,3 %), mientras que los sectores con mayor crecimiento fueron Otros equipos, aparatos e instrumentos (+36 %), Maquinaria y equipo (+23,4 %) y Muebles y colchones (+23,3 %).
“A pesar de las mejoras en las condiciones financieras, los aumentos generalizados en los costos de producción continúan representando un desafío considerable para la industria. Estos incrementos afectan negativamente la rentabilidad, dificultan la planificación a largo plazo y limitan la capacidad de inversión y expansión de las empresas”, sostuvo el estudio de la UADE.
Pérdida de competitividad estructural
El informe advirtió sobre una pérdida de competitividad estructural de la industria y subrayó la necesidad de avanzar hacia un esquema sostenible, con menores costos operativos, más productividad y estabilidad macroeconómica.
“Frente a este escenario, se vuelve imprescindible avanzar hacia una competitividad estructural que no dependa exclusivamente de ajustes cambiarios. Esto implica diseñar e implementar políticas orientadas a la reducción sostenida de los costos operativos, así como a la mejora de la productividad y eficiencia en todos los niveles del aparato productivo”, agregó el texto.
“Hoy estamos frente a un problema de costos altos en dólares. A pesar de que algunos insumos bajaron, seguimos caros en dólares. Si bien un aumento del tipo de cambio, como se vio estos días, puede ser positivo y mejora las condiciones para exportar, lo cierto es que los costos de la energía están dolarizados, por lo que se traslada a un aumento de costos también. Hay que desdoblar la dolarización de los servicios. A eso hay que sumarle el alto costo impositivo y el alto costo de financiamiento. Los créditos están altos y los bancos no financian a las pymes”, expresó el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato.
Hacia adelante, el consenso en el rubro manufacturero es poder lograr que el sector consiga mayor competitividad, para que la industria continúe un sendero de recuperación y muestre mejores resultados. Este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer el índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero) correspondiente a mayo y registró un avance de 2,2 % e hilvanó el segundo dato positivo en términos mensuales. A su vez, mostró una suba de 5,8 % respecto de igual mes del año previo.
En tanto, el acumulado de los primeros cinco meses de 2025 exhibió un incremento de 6,6 %, en comparación con lo ocurrido en 2024, que cuenta con una base de comparación baja debido a la recesión que sufrió la economía en la primera mitad del año pasado.
Capacidad instalada
Este escenario de altos costos de producción para la industria también se vio en los niveles de capacidad instalada que, a pesar de algunas mejoras puntuales, siguió funcionando por debajo de su potencial.
De acuerdo con el último dato publicado por el Indec, la utilización de la capacidad instalada en abril de 2025 fue del 58,3 %, casi cuatro puntos porcentuales por encima del 54,4 % de marzo. Así, el dato correspondiente al cuarto mes del año implicó apenas un crecimiento interanual del 1,7 %, lo que evidenció aún más el magro crecimiento, debido a que se lo compara con un bajo nivel, ya que durante el primer cuatrimestre de 2024 se registró el período más crudo de la recesión.
Al mismo tiempo, la estadística no logró superar el umbral del 60 % que había alcanzado en agosto, septiembre, octubre y noviembre del año pasado, en un contexto de mayor movimiento sectorial impulsado, principalmente, por la estabilidad cambiaria y la baja de la inflación.