Con más de cincuenta años de trayectoria, el Laboratorio de Hidrogeología del Departamento de Geología de la Universidad Nacional del Sur (UNS) se ha convertido en un referente en la exploración y gestión del agua subterránea en el sudoeste bonaerense.
En esta entrevista, Lucía Belén Carrica, licenciada en Ciencias Geológicas e integrante del equipo del laboratorio, le cuenta a Más Industrias cómo trabajan, qué desafíos enfrentan y por qué el agua subterránea es clave para el desarrollo sustentable.
¿Cuál es el rol del Laboratorio de Hidrogeología en la región?

Nuestro laboratorio se dedica principalmente a la exploración y análisis del agua subterránea. Brindamos soluciones tanto a organismos públicos como privados, desde el diseño de pozos hasta estudios hidroquímicos y modelado de acuíferos. Trabajamos en conjunto con municipios, empresas y entidades como ABSA (Aguas Bonaerenses S.A.), con quienes tenemos un convenio vigente para futuros proyectos.
¿Qué tipo de estudios realizan?
Hacemos estudios hidrogeológicos integrales, censos hidrológicos, análisis de calidad del agua, diseño de obras de captación y modelado de flujo y transporte en acuíferos. También usamos tecnología avanzada como sondeos eléctricos verticales (SEV) y tomografías de resistividad eléctrica, que nos permiten aumentar la precisión en la búsqueda de acuíferos.
¿Qué trabajos recientes destacarías?
Uno muy importante fue la exploración del campo de bombeo de Monte Hermoso, donde calculamos los recursos y reservas hídricas. También hicimos el estudio de factibilidad para Sauce Grande y trabajamos con la optimización de baterías de pozos en Villa Ventana mientras que en San Andrés de las Sierras estudiamos los recursos y las reservas en lo que resultó un trabajo hidrogeológico amplio. Además, también tuvimos oportunidad de realizar estudios en las provincias de Río Negro y La Pampa, y en muchas localidades del sudoeste bonaerense. Nuestra experiencia incluye estudios en Bahía Blanca, Cabildo, Tornquist y Sierra de la ventana, Villa Ventana, Púan, Villa Iris y Coronel Rosales, entre otras localidades.
En Argentina, más del 30 % del agua utilizada proviene de fuentes subterráneas y, en regiones como el sur bonaerense, ese porcentaje puede ser aún mayor.
Lucía Belén Carrica

¿Por qué es tan importante el agua subterránea?
Porque es una fuente vital y muchas veces invisible. En zonas donde el acceso al agua superficial es limitado, los acuíferos permiten abastecer a poblaciones, industrias y sistemas de riego. En Argentina, más del 30 % del agua utilizada proviene de fuentes subterráneas y, en regiones como el sur bonaerense, ese porcentaje puede ser aún mayor. Pero hay que gestionarla bien: si se explota sin control, puede agotarse o contaminarse. Por eso hablamos siempre de un uso responsable y sustentable. Con monitoreo constante, estudios hidrogeológicos y participación comunitaria, podemos proteger este recurso silencioso que sostiene la vida bajo nuestros pies ya que a medida que el clima se vuelve más impredecible, el agua subterránea se convierte en un amortiguador clave frente a sequías prolongadas y eventos extremos.
¿Qué desafíos enfrentan hoy en relación a este tema?
Uno de los principales es concientizar sobre el valor del agua subterránea. Muchas veces no se la ve, pero está ahí, sosteniendo comunidades enteras. También es clave formar profesionales, y por eso en el laboratorio trabajamos en constante capacitación, bajo la coordinación del Dr. René Albouy.

¿Cómo ves el futuro del recurso hídrico en la región?
Con planificación y compromiso, podemos asegurar agua de calidad para todos. La clave está en conocer el subsuelo, monitorear los acuíferos y tomar decisiones basadas en ciencia. Desde el laboratorio, seguimos trabajando para que eso sea posible.



