Expertos y científicos aseguran que no todo son malas noticias.
Si bien el camino es largo, en medio de la COP26, distintos especialistas que siguen de cerca el tema hablaron con medios internacionales sobre los avances que se hicieron en el último tiempo.
1. El trabajo de comunidades locales para proteger la naturaleza
Vandana Singh, profesora y expresidenta del Departamento de Física y Ciencias de la Tierra de la Universidad Estatal Framingham en Estados Unidos, precisó que la mirada «positiva» sobre el contexto del cambio climático parte de la lucha de la sociedad.
«La forma en la que yo quiero usar esa palabra es desde la perspectiva de la gente que ya está luchando, que ya ha sido golpeada por el apocalipsis, ya sea que hablemos de los indígenas, de los pobres del sur global, de la gente de color o de muchas mujeres que han sido afectadas desproporcionadamente por el cambio climático», explicó en diálogo con la BBC.
Por su parte, el antropólogo David Bray, profesor en el Departamento de Tierra y Medio Ambiente de la Universidad Internacional de Florida, estudió los bosques comunitarios mexicanos y considera que son «el mejor modelo de manejo local sostenible del mundo».
«Mi investigación de más de 30 años ha demostrado que cuando las comunidades indígenas y locales controlan sus bosques para la producción comercial de madera, tanto los seres humanos como la tierra se benefician», escribió en un artículo en The Conversation.
2. El tema escaló en la agenda de gobiernos y empresas
«El clima nunca ha estado tan arriba en la agenda política. Si pensamos en el Acuerdo de París —firmado en abril de 2016 y que establecía medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero— (el tema) ahora está incluso más arriba», sostuvo Pérez-Cirera.
Y añadió: «Tener al primer ministro chino y al presidente de Estados Unidos hablando del clima como una de sus tres prioridades políticas a nivel nacional es algo que no habíamos visto antes».
Este diagnóstico revela que el clima ya no se limita a las agendas de organizaciones ambientalistas o de algunos países, sino que se está convirtiendo en un tema de interés económico global. De acuerdo con la especialista, muchas compañías ya reaccionaron y se están dando cuenta de que vendrán regulaciones gubernamentales más fuertes, sumado a que «hay demandas cada vez más importantes por parte de los consumidores».
En septiembre, la ONU anunció que más de la mitad de los sectores que componen la economía mundial se habían comprometido a reducir sus emisiones a la mitad en la próxima década.
3. La cantidad de información ayuda a prevenir desastres
El estudio del cambio climático desembocó también en nuevas herramientas de investigación y modelos de análisis. «Tenemos más datos y cuanta más información tengamos a lo largo del tiempo, mejor podemos entender lo que está pasando, así como la dirección y magnitud del cambio», consideró Erika Podest, científica del Grupo de Ciclo y Ecosistemas del Carbono en la División de Ciencias de la Tierra del Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA.
En América Latina y el Caribe, subrayó Salazar, la recopilación sistemática de información sobre los daños y las pérdidas causados por desastres ha permitido tomar mejores decisiones a futuro: «En algunos casos han sido medidas concretas para prepararse frente a emergencias».
4. Las fuentes de energía alternativas son cada vez más accesibles
Pérez-Cirera expuso que uno de los argumentos fuertes que había en el pasado contra las energías eólica y solar eran los costos que implicaban esas tecnologías, pero que «pensando en los costos del mercado, la solar por ejemplo es muy competitiva. Ha llegado a unos precios mínimos impresionantes, lo cual, con los marcos de política adecuados, la hace una alternativa perfectamente viable».
Otro argumento que se usaba es que no siempre hay sol y no siempre hay viento, y sumó que «algunos políticos que tenían relaciones con la industria del petróleo decían que las energías renovables no eran confiables. Sin embargo, ya hay disponibles sistemas de almacenamiento de la energía».
5. Todavía hay tiempo y todos pueden contribuir
Los especialistas compartieron que, a medida que se agrava la situación, se verán eventos extremos más a menudo: olas de calor, de frío, huracanes más intensos. Para Podest, «el planeta se está calentando y ya estamos viendo los impactos del cambio climático», pero «hay tiempo para cambiar o por lo menos parar y comenzar a revertir los daños que hemos causado en el medioambiente».
«Muchas personas pueden sentir: ‘¿Para qué? Mejor disfruto todas las comodidades de mi vida porque no hay nada que se pueda hacer’. Pero todos podemos hacer algo», enfatizó.
Según su mirada, las acciones más importantes a nivel individual tienen que ver con minimizar el consumo de combustibles fósiles, el uso de autos convencionales, de recursos como electricidad o agua, lo que se traduce en «ser más conscientes de nuestro impacto sobre el medioambiente».
Y sintetizó: «Es muy importante que no caigamos en una sensación de desesperanza, sino en una de empoderamiento. Pensar que como consumidores tenemos poder, como votantes tenemos poder, que como individuos podemos hacer algo y que ese algo no es marginal, sino poderoso».