La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) expresó su malestar ante la decisión del gobierno nacional de llevar a cero los derechos de exportación por un período demasiado breve, que consideran que no genera ningún beneficio para los productores, quienes son los verdaderos dueños de los granos. Denuncian que terminó siendo un gran negocio para los mismos de siempre: los exportadores.
Sobre el caso, Ricardo Rey Silva, secretario de la Asociación Agrícola Ganadera de La Pampa (AAGLP) expresó que “la directiva que salió en el boletín hablaba de un mes o hasta agotar el cupo de 7.000 millones de dólares. Sin embargo, el mercado actuó muy rápido y se agotó en tres días” y “esos tiempos sorprendieron”, comentó. Y agregó que “fue un claro arreglo entre el Gobierno y las cerealeras con el stock que había disponible, y rápidamente cubrió sus expectativas».
«Lo que nosotros vemos es la dinámica y la potencia que tiene la producción: se abrió una pequeña puerta y la producción cerealera Argentina y lo agotó automáticamente. Es más, le llegó a hacer ruido hasta al mercado granario de Estados Unidos con algunos reclamos por su parte de lo que modifica, si tuviera el potencial totalmente liberado en la producción argentina. Eso es lo que vemos nosotros como productores primarios: la fuerza que tiene nuestra producción y se ha demostrado esto en tres días, lamentablemente ese manejo fue entre el Estado y las exportadoras y muy poco lo que llegó realmente al producto primario quienes nosotros representamos”, expresó Rey Silva.
La resolución no aportó soluciones de fondo ni estímulos genuinos a la producción, sólo alteró el normal funcionamiento del mercado de granos, generó desconfianza, incertidumbre y consolidó ganancias extraordinarias para un reducido grupo de intermediarios, considera la AAGLP.
Desde Carbap también advirtieron que “políticas de este tipo no construyen un camino de desarrollo para el país, sino que profundizan privilegios y dejan, una vez más, a los productores al margen de cualquier mejora. El campo necesita reglas claras, previsibles y duraderas, no parches coyunturales. La eliminación de las retenciones debe seguir siendo el objetivo, pero debe realizarse de manera planificada, seria y con los productores en la mesa de decisiones”.
Por último, la entidad también alertó a los productores a actuar con cautela ya que “los exportadores pueden haber anotado las DJVE (Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior), pero aun tienen que comprar los granos y cuentan con una capacidad de pago muy superior a la que están reconociendo en el mercado”.