La producción del girasol comestible superó en la campaña 20/21 las 40 mil toneladas en 22.000 has. sembradas, con un rinde de 1.789 kg/ha. La provincia es líder en el país, que a su vez es el segundo productor mundial del grano.
El girasol confitero (el que se come) es un enorme nicho de mercado dentro de la eficiente cadena de valor del girasol de La Pampa, razón por la cual es un mercado que sigue creciendo dentro de ambientes agroecológicos favorables para la siembra del cereal.
Las zonas de mayor producción se registraron en los departamentos Catriló con el 25,6% (10.400 tn.), Maracó con el 20% (8.167 tn.) y Rancul con el 19,6% (7.965 tn) junto a otros lotes. Hoy La Pampa es líder en producción nacional con el 40% del total producido en un país que es el segundo productor mundial del grano.
El girasol confitero, a diferencia del aceitero, es destinado a la ingesta humana directa. Se consume como un snack o como un insumo para panaderías y confiterías. Se lo comercializa con cáscara (inshell); descascarado (kernel) o alternativamente entero como alimento para aves (birdfeed).
El girasol aceitero que se produce en el país trepa a los 3,4 mill/ton (La Pampa (340.259 ton.), en cambio el girasol confitero produce apenas 100 mil toneladas, 3 % de esa producción y de ellas 40.673 toneladas son de aquí. Los factores del ambiente que definen el rendimiento y la calidad del confitero son similares a los considerados para el girasol aceitero. Por lo tanto, las decisiones de manejo (lote de producción, fecha de siembra, fertilización) que maximizan el rendimiento del aceitero en un determinado ambiente, también lo harán en el caso de que se siembre un confitero.
Cultivo de especialidad
Las exportadoras del girasol confitero son CHS Agro, Adecoagro, Andreoli, Argensun y Agro Uranga. En La Pampa, la producción del confitero se inició en la década del ’90 como un cultivo de especialidad (producto diferenciado que responde a necesidades de un mercado cerrado que define su precio en función de una demanda acotada) de alta escala, dirigida al mercado externo, ya que el 95% de lo producido se exportaba.
Pero en la actualidad el mercado interno ha comenzado a consumirlo en provincias vecinas.
El girasol confitero en su estado natural, tal cual proviene de los campos pampeanos, es luego industrializado pasando por varios procesos de clasificación con lo cual se obtiene semillas separadas en distintos calibres.
Según su tamaño, tendrán diversos destinos, los calibres mayores van a consumo humano, y al calibre menor se lo trata con una peladora específica para separar la pepa de la cáscara del girasol, un subproducto muy buscado en el renglón alimenticio. En la campaña 20/21 se declararon exportaciones argentinas de girasol confitero por 65.332 toneladas versus 44.574 y 32.569 ton. de campañas anteriores. Los principales destinos de exportación son los Emiratos Árabes Unidos con el 21% del total del volumen declarado, seguido por España (12%), Siria (11%), México (9%), Brasil (6%), Turquía (5%), Egipto y Jordania con el 4%.
Buena parte del destino del girasol confitero pampeano son clientes dentro del mercado interno de la región (Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Salta) que luego a través de empresas dedicadas a la fabricación de snacks sale al mundo.
Producción local
Años atrás las cooperativas agropecuarias de Alta Italia y Embajador Martini, (también la firma privada El Campo SA con asistencia crediticia del Ministerio de la Producción) fueron las primeras que tomaron la iniciativa de identificar el cereal más rentable de la zona para agregarle valor y al mismo tiempo contrarrestar la competencia desigual del mercado de granos.
También lo producen en La Pampa, Inarco SA en General Pico y Girasoles Pampa SRL en Lonquimay y Sur de Rancul de aquella localidad. El resultado, para una región caracterizada por un suelo típico de la planicie pampeana, con baja fertilidad y retención de agua, es que su variedad confitera sigue creciendo. La Cooperativa Agrícola Ganadera de Esteban Piacenza de Alta Italia (exporta a España y Méjico) alcanzó rendimientos muy elevados. La producción de esta especialidad es similar a la del girasol común en cuanto a requerimientos agroecológicos, tecnología y adversidades fitosanitarias.
La principal característica del girasol confitero es su menor contenido graso (35%), semilla más grande y fácil de pelar, por lo que se lo destina a la industrialización para el consumo humano directo. Con cáscara, es tostado y salado (snack). Pelado, se lo usa en panificación, snack, golosinas e ingrediente culinario.
También es alimento para aves, y se puede consumir en forma natural con cáscara (inshell), o sin cáscara en forma de “pepitas” o kernel, en este último caso tostado y salado.
Otro aspecto a destacar es que el 43% de todo el girasol de confitería producido en La Pampa es de extracción orgánica (sin utilización de agroquímicos), siendo también la zona del país donde mayor cantidad de producción proviene de suelos naturales.
			


