Llegaron a poco más de 308.000 toneladas al cierre de noviembre de este año. Brasil continúa liderando las compras.
Las colocaciones externas de peras argentinas alcanzaron en estos primeros once meses del año poco más de 308.000 toneladas, volumen que refleja un crecimiento interanual del orden del 15 %.
La tendencia en este último año muestra que 2023 cerrará con el segundo número más alto de exportaciones de la especie de los últimos años, solo superado por la temporada 2020.
Un estudio elaborado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) detalla que Brasil es el principal destino de la pera del Valle de Río Negro y Neuquén, concentrando (a octubre de este año) el 40 % del total de la oferta exportable de la especie. Las colocaciones externas hacia nuestro principal socio del Mercosur crecieron, fundamentalmente, por la mejora competitiva que tuvo —y que ahora será aún mayor— nuestra moneda respecto del real.
Otros mercados de importancia son el estadounidense y el ruso. Para la próxima temporada, que comenzará en los próximos días, se abren expectativas de un mayor nivel de exportaciones de peras desde el Valle, teniendo en cuenta la caída de los stocks de fruta que existen en las cámaras de frío en Europa y los problemas que está presentando Sudáfrica con los tamaños logrados en esta especie. También se están abriendo nuevos mercados latinoamericanos a este tipo de oferta exportable, mostrando interés por compras puntuales a esta altura del año.
En relación a la tendencia que muestran las peras en Estados Unidos, el estudio del departamento de Agricultura de ese país (USDA) detalla que para la campaña 2023/24, se proyecta una producción de 625.400 toneladas, un 6 % más que la pasada temporada producto de las condiciones climáticas favorables que han resultado en mayores rendimientos por hectárea.