Un pool compuesto por un conjunto de empresas agroindustriales finalizó las obras que sirven para ampliar la planta de biocombustibles Bio4, ubicada en la localidad cordobesa de Río Cuarto.
La planta de Bio4 en Río Cuarto, Córdoba, inauguró una nueva ampliación que requirió de una inversión de 30.000 millones de pesos y la unión de varias empresas agroindustriales. El proyecto se presenta como uno de los más importantes en materia de sostenibilidad ambiental y generación de energía limpia en la región, posicionando a Córdoba como una de las provincias más importante en materia de generación energética renovable.
La expansión de la unidad productiva incluyó la incorporación de infraestructura de alta capacidad. Entre los elementos clave se encuentran una nueva torre de molienda con capacidad para procesar hasta 50.000 kilos de maíz por hora, del que luego se genera el biocombustible, un sistema de licuefacción que totaliza 340.000 litros de capacidad hidráulica y un sistema de fermentación compuesto por dos tanques de 1 millón de litros cada uno, además de dos tanques de propagación.
A estos se suman dos nuevas unidades centrífugas destinadas a la separación de sólidos, vitales para el proceso de obtención del biocombustible. Con esta infraestructura operativa, la empresa eleva su capacidad de producción y se consolida como una pieza clave del entramado económico local, generando actualmente más de 200 puestos de trabajo directos.
Bio4 es una firma agroindustrial con trece años en el mercado, constituida por 28 socios agropecuarios de la zona. Su origen se basó en la visión de agregar valor en origen al maíz producido en la región, transformándolo principalmente en bioetanol, un insumo fundamental para la elaboración de combustibles renovables. Además, la empresa genera subproductos utilizados en la nutrición animal y otras industrias.
La importancia del bioetanol
El bioetanol se establece como una fuente de energía renovable clave en la transición energética global. Se trata de un alcohol etílico producido a partir de la fermentación de azúcares y almidones presentes en biomasa vegetal, como el maíz, la caña de azúcar o la celulosa. Su principal atributo de sostenibilidad radica en su naturaleza neutra o de baja emisión neta de carbono en el ciclo de vida.
A diferencia de los combustibles fósiles, cuya quema libera carbono atrapado hace millones de años, el bioetanol participa en un ciclo cerrado:
- Captura: las plantas (por ejemplo, el maíz) absorben dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera mientras crecen mediante la fotosíntesis.
- Producción: el CO2 se libera durante la fermentación y la combustión del bioetanol.
- Equilibrio: el CO2 liberado es, en gran medida, el mismo que fue previamente capturado por la biomasa utilizada, lo que resulta en una reducción significativa de la huella de carbono comparada con la gasolina convencional.
- Diversificación energética: reduce la dependencia de los hidrocarburos, mejorando la seguridad y soberanía energética de los países, como ocurre en la Argentina.
- Economía circular: su producción genera subproductos valiosos (como la burlanda para nutrición animal) que reingresan a la cadena de valor del agro, minimizando residuos.
- Valor agregado: fomenta el desarrollo regional al transformar una materia prima local (el grano) en un producto de mayor valor, dinamizando el empleo y la inversión en zonas productivas.
BIO4 un proyecto asociativo
El proyecto subraya un modelo de gestión basado en el asociativismo y en una perspectiva de desarrollo agroindustrial innovadora. Impulsa un esquema de economía circular con el propósito de contribuir a la descarbonización de la matriz energética y a la construcción de un futuro productivo más equilibrado con el ambiente. Con la culminación de la obra en su planta de Río Cuarto, Bio4 afirma su posición como referente en la producción de bioetanol y energía renovable en la Argentina.
En el mercado interno, el bioetanol se mezcla con las naftas en un porcentaje del 12 %, conforme a la Ley N° 27.640 que regula cupos y precios para las productoras. Este porcentaje se divide en partes iguales (6 %) entre el etanol de maíz, mayoritariamente producido en Córdoba, y el de caña de azúcar, proveniente del Noroeste.
Manuel Ron, presidente de Bio4, destacó que la ampliación «no es solo una inversión en infraestructura, sino también una apuesta por la transición energética y el desarrollo sustentable de la región» centro del país.
En paralelo a la inauguración de la ampliación de la planta, se oficializó la apertura del Parque Industrial y Logístico Bioetanol Río Cuarto. Este nuevo espacio ya cuenta con nueve empresas radicadas, de las cuales cuatro se encuentran en funcionamiento, dos están en fase de construcción y tres están en etapa de proyecto, proyectando un polo de desarrollo productivo asociado al sector.