Un estudio a nivel regional arrojó un dato alentador para el país. Las cuestiones de raza y las barreras para acceder al crédito, los principales obstáculos a los que se enfrentan.
En el Mes de la Afroargentinidad y de la CulturaAfro, un estudio que llevó adelante el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) mostró datos esperanzadores en cuanto a la inclusión y las posibilidades económicas para las personas afrodescendientes que quieren emprender en América Latina. La investigación abarcó a cinco países: Argentina, Brasil, Colombia, Perú y Panamá, e identificó las principales barreras, así como las oportunidades a aprovechar.
En particular, Argentina presenta un ecosistema de afroemprendimientos con peculiaridades y dificultades propias, especialmente en el acceso al crédito y la formalización de los negocios. Uno de los hallazgos más significativos del estudio es que el 62 % de las personas afroargentinas considera que los negocios deben preocuparse por temas raciales. De hecho, el 89 % de los afroemprendedores encuestados considera que sus negocios cumplen una función antirracista en un intento no solo de obtener beneficios económicos sino también de impulsar cambios sociales.
«El enfoque antirracista demuestra que estas empresas son conscientes de las desigualdades estructurales y buscan combatirlas alineando sus valores con la práctica empresarial», afirmó Eddy Bermúdez, coordinador de Diversidad de CAF.
Los afroemprendedores en Argentina no solo ven en sus negocios una oportunidad de ingresos, sino también una forma de promover y visibilizar su identidad. Este grupo está mayormente concentrado en Buenos Aires y sus alrededores, y el 59 % manifiesta confianza en la calidad de sus productos, destacando su habilidad para ofrecer bienes y servicios diferenciados y con un valor agregado cultural.
El ecosistema afroemprendedor en América Latina está fuertemente liderado por mujeres, quienes representan el 80 % de las encuestadas. Sin embargo, también son quienes enfrentan los mayores retos financieros: el 48 % de los negocios liderados por mujeres en Argentina genera ingresos de hasta un salario mínimo, lo cual no solo limita su crecimiento, sino también su estabilidad económica. En muchas ocasiones, estos emprendimientos son el sustento principal de los hogares que conforman.
Uno de los mayores desafíos que enfrentan los afroemprendedores en Argentina es el acceso al financiamiento. Aunque la mayoría está bancarizada, el 64 % utiliza una misma cuenta para fines personales y empresariales, lo cual complica la gestión financiera del negocio. En el caso de Argentina, las barreras burocráticas y los costos de formalización han llevado a que solo el 45 % de los afroemprendimientos esté formalizado, la tasa más baja de la región. A raíz de ello, los afroemprendedores tienen que volcarse a préstamos informales o microcréditos otorgados por entidades financieras no bancarizadas.
Cómo está compuesto el mercado laboral argentino de afrodescendientes
Argentina cuenta con aproximadamente 303.000 personas que se identifican como afrodescendientes, lo que representa un 0,7 % de la población. A pesar de ser una minoría, el estudio revela que el mercado afroemprendedor tiene características únicas: un 37 % de los afroemprendedores tiene entre 30 y 39 años, y el 58 % de los negocios son unipersonales, mientras que un 20 % tiene empleados formales.
Asimismo, el 36 % de los emprendedores ha experimentado discriminación racial por parte de sus clientes, lo cual plantea otro desafío adicional en la consolidación de sus emprendimientos.
Aunque el impacto de los afroemprendimientos en Argentina es notable, la asociación entre negocios e identidad racial es menos común que en otros países de la región. Solo el 23 % de los afroemprendedores asegura que su clientela es mayoritariamente no blanca, y apenas el 8 % prioriza proveedores no blancos.