El Ministerio de Economía revocó el Fondo Fiduciario Nacional de Agroindustria, una herramienta que tenía el sector para desarrollar la agroindustria.
El Ministerio de Economía revocó el Fondo Fiduciario Nacional de Agroindustria (Fondagro), una herramienta que tenía el sector para desarrollar la agroindustria. De acuerdo con la Resolución N° 333 publicada en el Boletín Oficial, la medida se toma para «propender a la mayor transparencia y eficiencia de la Administración Pública Nacional», por lo que asegura que resulta oportuno proceder a la revocación del mencionado Contrato de Fideicomiso y, por ende, a la extinción del fideicomiso del Fondagro.
El Fondagro, creado durante la presidencia de Mauricio Macri y administrador por el Banco Nación, tenía como objetivo reducir los costos financieros de líneas de créditos para diferentes sectores del agro. Durante la gestión macrista, el fondo contó en 2017 con un presupuesto de hasta 1.700 millones de pesos. En ese entonces, se estableció que la duración máxima de este contrato fuese de treinta años desde su fecha de suscripción.
El fideicomiso se creó con el fin de dar préstamos, bonificación de tasas de interés, aportes no reembolsables y aportes de capital en sociedades, entre otros instrumentos de financiamiento. Según se expresó oficialmente en su creación, el objeto de Fondagro era «incentivar, fomentar y desarrollar el sector agroindustrial; la sanidad y calidad vegetal, animal y alimentaria; el desarrollo territorial y la agricultura familiar; la investigación pura y aplicada y su extensión en materia agropecuaria y pesquera; y las producciones regionales y/o provinciales en las diversas zonas del país».
Desde la Dirección de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales (Diprose) denuncian el vaciamiento del organismo que se encarga, con créditos de organismos internacionales, de financiar proyectos indispensables para el desarrollo rural y las economías regionales. El desmantelamiento del área pone, según destacan, en peligro un volumen de financiamiento externo de más de 1.700 millones de dólares, principalmente proveniente del Banco Mundial, que abarca programas de obras de riego, caminos, electrificación y mejoras competitivas para las economías regionales y podría implicar sanciones de organismos internacionales de crédito.
La Diprose funciona desde hace 25 años y actualmente tiene activos doce programas vigentes. Sus proyectos en áreas rurales, por ejemplo, pueden ir desde la creación de cisternas de agua para captar lluvias para productores familiares en el Impenetrable chaqueño hasta el financiamiento de obras de grandes infraestructuras como caminos y diques.
Pero el funcionamiento de la dirección se encuentra casi paralizado desde la decisión que separó, por un lado, el área administrativa, que va a depender de una nueva subsecretaría bajo la órbita del Ministerio de Economía, y el área técnica, por el otro. En el organismo, además, habrá una reducción del 25 % del personal, y del área administrativa en un 50 %.