Marcas que hace muchos años estaban en el país deben cerrar definitivamente sus persianas por la imposibilidad de competir contra la apertura de importaciones y la «moda rápida».
La apertura de las importaciones y las tiendas de moda rápida van de la mano y en ese escenario ni siquiera gigantes como Benetton, compañía que anunció el cierre de 419 tiendas en todo el mundo antes de 2025, logran competir en igualdad. En Argentina, ya se está viendo el impacto de la recesión y la apertura a las importaciones en el sector textil.
Según relevó la Fundación Pro Tejer, el panorama para la industria textil argentina es «desolador». Con menos de la mitad de la capacidad de producción activa y más del 90 % de las empresas con caídas en ventas, las fábricas tuvieron que suspender o despedir a miles de empleados en el último año. Actualmente, seis de cada diez máquinas están fuera de operación en las fábricas textiles, un retroceso significativo tras tres años de inversiones récord por más de 1.400 millones de dólares, según informó.
¿Cuáles son las marcas que cerraron o tuvieron que recortar personal?
La marca de alta costura Tramando del reconocido diseñador argentino Mariano Churba tuvo que cerrar ante la apertura importadora. Otra que bajó la persiana fue Barpla de Río Grande.
La empresa textil Fabrisur dejó de producir en Tierra del Fuego, debido a dificultades relacionadas con la exportación de materia prima y la crisis de la industria textil. Ofreció a sus trabajadores la opción de mudarse al continente o aceptar una indemnización. Se perderían aproximadamente 94 puestos de trabajo directos. Australtex está enfrentando problemas similares, con suspensiones debido a la falta de materia prima para exportar al continente.
Textilcom y AlpaCladd, empresas textiles que producen para marcas como Cheeky, Mimo, Yagmour y Penguin, despidieron a 300 trabajadores en mayo en las provincias de Catamarca y La Rioja, debido a la caída en la demanda y dificultades financieras. Las marcas Vitamina y UMA, del Grupo Navilli, enfrentaban dificultades económicas e iban a cerrar sus locales si no encontraban un comprador.
Desde el Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (Setia) advierten que esta situación es solo el comienzo y temen más cierres en el sector.