Estados Unidos y China concluyeron dos días de tensas negociaciones comerciales con un plan para reactivar el flujo de productos sensibles, un acuerdo que ahora espera la aprobación de Donald Trump y Xi Jinping.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China se encuentra ahora en un momento de tregua, tras el anuncio del propio presidente estadounidense, Donald Trump, y de los principales dirigentes del gigante asiático. Si bien queda por definirse la aprobación formal de los documentos pactados, todo indicaría que no va a haber inconvenientes.
Por su lado, Trump anunció en esta jornada que “está cerrado” un acuerdo comercial con China para restablecer una tregua arancelaria. Sin embargo, Pekín no se muestra tan esperanzado en tanto no tenga el beneplácito final del presidente chino Xi Jinping, aunque sí habla de ciertos “avances” en el tema.
El acuerdo comercial, presentado en Londres, estipula que China debe suministrar por adelantado imanes y tierras raras a Washington. A cambio, este permitirá que los estudiantes chinos accedan a las universidades, según lo filtró el propio presidente Trump. Sin embargo, no se hizo mención a los controles a las exportaciones de chips.
«Nuestro acuerdo con China está cerrado, sujeto a la aprobación final del presidente Xi y mía. China suministrará por adelantado los imanes y las tierras raras necesarias. Asimismo, le proporcionaremos a China lo acordado, incluyendo el acceso a estudiantes chinos en nuestras universidades (¡lo cual siempre me ha parecido bien!). Nos aplican aranceles del 55 %, mientras que China recibe el 10 %. ¡Nuestra relación es excelente! ¡Gracias por su atención!», escribió Donald Trump en su cuenta de Truth Social.
Las tierras raras, el elemento que destrabó las tensiones
Según los expertos, luego de elevar los aranceles a China por encima del 100 %, Donald Trump reculó y decidió dar marcha atrás al darse cuenta de que Estados Unidos no cuenta con todos los insumos necesarios para fabricar tecnología. De hecho, tampoco posee yacimientos significativos de tierras raras, elementos esenciales para la fabricación de imanes, pantallas, baterías, dispositivos electrónicos, láseres, así como para aplicaciones en las industrias química y médica.
Las tierras raras, que no solo se encuentran en China, sino también en países como Ucrania (donde Estados Unidos ya estuvo negociando por un acceso privilegiado a este recurso) y Argentina, comprenden un grupo de 17 elementos químicos con propiedades similares. Estos incluyen los quince lantánidos (del lantano al lutecio), además del escandio y el itrio, todos ubicados en la tabla periódica y claves en la industria tecnológica, así como en la automotriz o en la producción de paneles solares y turbinas eólicas.
Ahora, con una escasez de estos elementos que amenaza la capacidad de los fabricantes de automóviles estadounidenses de mantener las líneas de producción en funcionamiento, Estados Unidos ha tenido que volver a la mesa de negociaciones, mientras China subraya que fue Washington el que solicitó las conversaciones.
El Día de la Liberación
En definitiva, tras el «Dia de la Liberación» anunciado por Donald Turmp, cuando dispuso una imposición de aranceles, en el caso de China de hasta el 100 % de alguno de sus productos, el conflicto parece ahora haber mermado. La razón, que los bandos no dicen abiertamente pero se deja entrever, es que ambos países salen desfavorecidos en un enfrentamiento económico de estas magnitudes.
Desde hace varios meses, el gobierno chino también venía mostrando su descontento por las restricciones impuestas por Estados Unidos a las exportaciones de tecnología estadounidense hacia China, incluyendo motores a reacción y software de diseño de chips.
Además, la política de Trump de revocar visas a estudiantes chinos que cursan estudios en universidades estadounidenses (en medio del conflicto entre su administración y la Universidad de Harvard) contribuyó a tensar aún más la relación bilateral.
En ese sentido, la escalada de tensiones entre ambas naciones llevó a que la prensa oficial china comenzara a tratar la guerra comercial con Washington como un “asunto nacional”. De hecho, la agencia oficial de noticias Xinhua criticó a Estados Unidos por, supuestamente, abordar los asuntos económicos desde una perspectiva de seguridad, afirmando que “esta mentalidad se convertirá en el mayor obstáculo” para la cooperación entre ambos países.
Sin embargo, también señaló que las relaciones podrían restablecerse mediante el fortalecimiento de los lazos económicos y comerciales lo que, al parecer, se habría sellado en la reciente reunión bilateral de las delegaciones en Londres.