A través de un informe realizado por Creebba quedó detallada la cantidad de toneladas que operó el puerto bahiense en los distintos rubros. Producto de la sequía, los números en la cantidad de granos evidenciaron una fuerte caída.
Según constató el Centro de Regional de Estudios Económicos Bahía Blanca Argentina (Creebba), el Puerto de Bahía Blanca registró una caída del 30,4 % en la cantidad de toneladas movidas como directa consecuencia del impacto que tuvo la sequía en las terminales cerealeras del país. Así se desprende de un informe dado a conocer por el Creebba, que analiza el desempeño de distintos sectores de la economía.
“Durante el año 2023 se registró un peor desempeño en el movimiento de los puertos locales en relación a las cifras observadas en 2022. En concreto, en 2023 el total de toneladas movilizadas rondó los 26,2 millones, de las cuales el 50,6 % son explicadas por el puerto de Ingeniero White, y el 49,4 % restante por Coronel Rosales, consolidándose una caída en el movimiento del orden del 17,0 % en relación al año”, consigna el trabajo.
Según agregó, la mencionada contracción se encuentra principalmente explicada por el puerto de Ingeniero White, que registró 5,8 millones de toneladas menos que en 2022 (-30,4 %). Por otro lado, Coronel Rosales verificó un aumento de 426 mil toneladas (+3,4 %).
La caída del movimiento portuario se encuentra relacionada con la disminución en la comercialización de productos agrícolas (granos, aceites y subproductos), los cuales presentaron bajas significativas en el trigo, maíz y malta, con disminuciones en su volumen de un 74,2 %, 38,9 % y 6,8 %, respectivamente.
De esta forma, el movimiento portuario de productos agrícolas cayó un total de 5,6 millones de toneladas en comparación al año anterior. Esto se debió principalmente al fuerte impacto de la sequía en las cosechas del año.
En términos de tránsito, amarraron en el complejo portuario un total de 288 buques con granos, aceites y subproductos de origen agropecuario (235 barcos menos que en 2022).
De la misma manera, los productos químicos e inflamables disminuyeron su comercio anual en 121.000 toneladas (un 3,5 % menos, interanual).
Las caídas más significativas se observaron en el metano (-17,4 %), mezclas IFO (una mezcla de combustibles destilados y residuales, que generan un combustible intermedio; -27,5 %), fuel oil (-8,2 %) y gasolina (-8 %) que, en conjunto, generaron una reducción del volumen comercializado en 229.000 toneladas, en comparación con el año anterior.
En contraparte, los aumentos que más compensaron esta caída fueron en el gasoil (+14,9 %) y el butano (+15,9 %) lo que en conjunto significó un aumento de 139.000 toneladas.
Otra disminución del volumen de productos comercializados se dio en mercaderías varias, cayendo un 3,1 % en comparación con el año anterior.
Este resultado se debió principalmente a la disminución en el movimiento de la Urea (-21,5 %), el polietileno (-42,6 %) y el PVC (-63,3 %), cuya reducción suma un total de 197.000 toneladas.
Por el contrario, la baritina y el fertilizante tuvieron un aumento en sus volúmenes de 100.000 toneladas (+66,3 %) y 24.000 toneladas (+16,9 %), respectivamente.



