Gracias al gas de Vaca Muerta que llega hasta el puerto bahiense, sumado a los efectos del RIGI, dos gigantes de la Argentina podrían llevar a cabo nuevas plantas de producción de urea para dejar de importar fertilizantes y pasar a ser exportadores.
Dos proyectos de gran relevancia podrían significarle a la provincia de Buenos Aires, más concretamente a Bahía Blanca, inversiones por 5.000 millones de dólares. Y lo que es más importante aún: la posibilidad de pasar de ser importadores de fertilizantes a autoabastecerse y ser exportadores.
Las empresas que llevarían a cabo las inversiones son Profertil y Pampa Energía, que analizan aumentar la producción de urea y, gracias al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), desarrollar este insumo clave para la producción de trigo y maíz que se genera a partir del gas proveniente de Vaca Muerta.
Argentina ya cuenta con una de las plantas más grandes del mundo productoras de urea, justamente en Bahía Blanca, propiedad de Profertil en conjunto con la canadiense Nutrien e YPF. Ahí se hacen anualmente 1,3 millones de toneladas de urea granulada. El insumo es clave para que el suelo recupere sus nutrientes y permitir que todos los años pueda volver a plantarse trigo y maíz, cultivos que son exportables, pero por la gran demanda, también es necesario importar casi otro millón de toneladas.
Fuentes de la empresa indicaron que la ampliación de la planta ubicada en el Parque Industrial de la ciudad bonaerense, que podría llevar entre 3 y 5 años, permitiría incrementar la producción de urea a 2,6 millones de toneladas y demandaría una inversión en torno a los 1.500 millones de dólares. El financiamiento se buscaría en bancos privados internacionales y en organismos multilaterales de crédito.
El proyecto dejaría un saldo exportable de 300.000 toneladas del fertilizante que podrían encontrar mercado en Brasil, por su cercanía. El país vecino demanda 9 millones de toneladas que en una gran cantidad compra a Rusia e Irán.
La planta de Pampa Energía
Además de la ampliación de la planta de Profertil, también la petrolera Pampa Energía —empresa de Marcelo Mindlin—, está analizando construir una gigantesca planta de urea en cercanías al puerto bahiense. La inversión del proyecto demandaría entre 2.000 y 3.000 millones de dólares, que podrían representar una producción 1,5 millones de toneladas de fertilizantes extras.
La empresa se encuentra en fase de estudio sobre la factibilidad del proyecto y su ingeniería, por lo que la decisión final de inversión se tomará en 2025. Pampa Energía cuenta con la ventaja de poseer explotaciones de gas, lo cual la llevaría a integrar el circuito productivo completo, ya que el gas natural es el recurso necesario para obtener amoníaco, que luego es deshidratado para formar la urea granulada que se utiliza en el campo.
La ubicación de los eventuales desarrollos en Bahía Blanca no es casual dado que ahí desembocan muchos de los gasoductos que traen el gas desde Vaca Muerta. La disparada en los precios de los fertilizantes de los últimos años impulsó la inflación a nivel mundial de los alimentos, tras los conflictos bélicos en la zona del Cáucaso y en Medio Oriente, donde se encuentran los principales proveedores globales.
La convergencia entre el potencial agrario del país y el desarrollo de la industria del gas no convencional, con epicentro en Vaca Muerta, podría valerle a la Argentina pasar de importar urea por cerca de 500 millones de dólares al año a que esta se convierta en una fuente de ingreso de divisas a través de la cobertura total de la demanda interna y la posibilidad de exportar internacionalmente.