Un proyecto de desarrollo tecnológico surgido de los laboratorios de doble dependencia entre la Universidad Nacional del Sur (UNS) y el CONICET Bahía Blanca fue seleccionado entre los cinco finalistas del Concurso de Planes de Negocios Tecnológicos del Instituto Balseiro. Sus creadores pretenden “hacer de esta tecnología un vehículo para aportar a la mejora del medio ambiente, establecer una empresa tecnológica rentable en el país y generar fuentes de trabajo calificado”, señalan desde UNS.
Se trata de “Aceite Inteligente”, nombre que define al producto y su objetivo: “minimizar el impacto en el medio ambiente, reduciendo el descarte de aceite industrial, aumentando significativamente la vida útil del lubricante y minimizando las enormes pérdidas económicas que ocasiona la entrada de agua a los sistemas”, explicaron los investigadores responsables.

“Aceite Inteligente” llevó a sus desarrolladores a buscar herramientas para diseñar, alrededor de la tecnología, un negocio con potencial. Para ello crearon una nueva empresa de base tecnológica, llamada IMT. La firma está conformada por los científicos Germán Prieto, Bruno Pilotti y Walter Tuckart y por Laura Pregliasco, en representación de la consultora Zumin.
Sobre los detalles de su creación, aclaran: «se encuentra protegida mediante secreto industrial, por lo que aún no podemos dar detalles, pero desde ya que todavía no fabricamos. Estamos negociando el licenciamiento de la tecnología para poder entonces efectivizar un primer aporte de capital, que nos permitirá terminar el desarrollo, orientándolo a la mejor patente posible. Recién entonces podremos contar detalles tecnológicos».
[su_note note_color=»#e3e3e3″]Si bien el desarrollo no ingresó aún en etapa de fabricación, sus responsables trabajan en resolver una comercialización exitosa a partir de un modelo de negocios que resulte validado por actores relevantes del sector. En tal sentido, la participación en el concurso promovido por el Instituto Balseiro “aporta masa crítica a nuestra propuesta de calor, desafiando nuestros supuestos de forma de ayudarnos a corregir eventuales debilidades, hacia un lanzamiento exitoso de la empresa”.[/su_note]
“Desde IMT queremos destacar la buena voluntad que han puesto todas las instituciones y actores involucrados, ya que emprender desde la academia es muy complejo. Nosotros buscamos generar un impacto positivo en la sociedad a través del conocimiento científico financiado por la misma. Por eso queremos cuidar cada paso, para que éste sea un caso de éxito para la Universidad, para el CONICET y para Bahía Blanca y el país”, señalaron.
El documento destaca el “apoyo cotidiano” de las autoridades universitarias, en especial del secretario de Ciencia y Tecnología, Sergio Vera, y el subsecretario de Vinculación Tecnológica, Pablo Marinángeli.



