La firma bahiense cuenta cómo se desarrolla en un contexto de incertidumbre preelectoral y destaca el lugar que las empresas le dan a los productos que ofrece.
Valle de Robles S.A. opera con dos unidades de negocios: SyM Higiene Integral, dedicada a productos de higiene institucional; y SyM Materiales Dentales, que comercializa insumos, instrumental y equipos para Odontología. Sus locales están ubicados uno al lado del otro, en Brandsen 56 y 58, respectivamente. También concretan ventas por Whatsapp o sus clientes se ponen en contacto a través de su sitio de venta online.
Más Industrias habló con su dueño, Roberto Aristarán, para conocer mejor a la empresa, creada en 2004 y desde el año pasado convertida en una sociedad anónima, y las perspectivas que vislumbran para este año.
¿Qué importancia le dan las empresas a la higiene?
Hoy la higiene en las empresas, en las industrias y en todo lugar, da mucho valor, tanto que hay empresas que tienen auditores incógnitos, como en las estaciones de servicio, que revisan sus instalaciones, especialmente en el baño o en la cocina. La higiene le da un gran valor al producto que se ofrece. Y después de pandemia, mucho más. En cualquier lugar de trabajo, sobre todo. Vendemos una marca sueca, Tork, para los papeles, toallas, higiénicos, que funciona muy bien a pesar de los problemas de importación que tenemos. Son productos muy específicos, muy distintos a los comunes y que reducen el consumo. Casi todas las estaciones de servicio con las que trabajamos, que son más de cuarenta, tienen estos productos.
¿Qué otros productos están vendiendo en este momento?
En higiene, nos dedicamos especialmente a lo que es estaciones, bares, restaurantes. Vendemos productos de calidad porque nos dimos cuenta de que, cuando hay crisis como estas, la gente al principio empieza a bajar el nivel del producto, pero vuelve inmediatamente a lo que consumía porque no es rendidor. Parece barato, pero el consumo se hace mucho mayor. Vendemos la línea de Italimpia, la línea de Royco, Diversey, varias marcas, y después los químicos normales para la limpieza: detergentes, desodorantes. No vendemos ningún producto que no esté envasado, no reenvasamos ningún producto. Todos vienen con su packaging original de fábrica.
¿Y en odontología?
Me atrevo a decir que en materiales dentales somos más importantes que en la parte de higiene. Vendemos desde una pinza hasta un sillón, todo. El cliente en odontología también viene al mostrador, mira, se usa muchísimo el WhatsApp. Se vende un sillón por Whatsapp que sale un millón y medio de pesos, cosa que me llama la atención, pero es así. Somos muy elegidos, los clientes son muy fieles, somos muy severos con la atención, con el cumplimiento del cliente y yo creo que eso nos ha dado resultado. En los dos rubros lo mismo.
¿Cuál es el alcance geográfico de sus ventas?
La zona de Bahía Blanca, de Río Negro, parte de Neuquén. A través de la página hemos vendido a muchísimos lugares del país, como Misiones. Hoy hacer un envío de mercadería es muy fácil y lo hago mandar directamente de fábrica. La transacción comercial es vía transferencia o vía cheque.
¿Vieron un aumento en las ventas a partir de la pandemia?
Sí, fue muy grande, sobre todo lo que es desinfección. Justo en esa época éramos uno de los rubros que podía estar abierto, aparecieron productos muy específicos y la gente empezó a pedir esas cosas. El famoso lavado de manos, que es tan importante, cada vez es mayor. Es muy difícil entrar a un baño ahora y que encuentres una toalla de tela colgada. Ya se tiene conciencia de que no es recomendable. Cada vez más. Y yo me doy cuenta. En los comentarios de Goggle Maps de las estaciones, hay gente que pone: “el baño estaba remugriento”, “no se podía entrar” y eso le importa mucho para la gente. Eso hoy es una propaganda muy fea porque lo ve todo el mundo. Ni hablemos de un restaurante.
¿Cómo está viviendo la empresa este momento del país?
Realmente, yo no me puedo quejar: vendemos y cobramos. Es difícil. Hay mucho material importado, y sobre todo en odontología, que el 80 % debe ser importado, pero no hemos tenido grandes faltas. Con la empresa Tork sí hubo un momento muy difícil porque no entraba mercadería, y lo terrible de eso es que un dispenser de papel higiénico no se puede reemplazar porque es un modelo muy especial, y ahí nos encontramos en dificultades. Ahora se está regularizando y está entrando buena mercadería, pero el momento actual no es fácil por lo que te indican de arriba. No te podés quedar dormido. Uno haría más cosas si hubiera un plan de país, me parece, pero de igual forma no hemos dejado nunca de generar formas de venta.
¿Qué aspecto de la venta consideran fundamental?
Nuestro leitmotiv es la atención al cliente. Hoy me hacen un pedido antes de las 12 del mediodía desde Neuquén y al otro día tienen la mercadería allá. Hemos logrado eso y es muy importante: la entrega, la atención, que puedan tener el producto. Siempre digo que hay que generar confianza y nosotros lo hacemos. El cliente que te compra un producto te lo va a seguir comprando, pero hay 200 que venden esto también. Entonces, a la primera falla, el cliente cambia porque lo hacemos todos, pero la realidad es esa: uno tiene que estar encima del cliente y de la atención como para que nos siga eligiendo.