Se trata de la Forestadora Tapebicuá, ubicada en Gobernador Virasoro, en el norte de Corrientes, y uno de los principales polos para la industria forestal argentina. La planta se encuentra paralizada y más de 500 trabajadores fueron suspendidos.
La Forestadora Tapebicuá, una de las principales madereras del Norte del país y parte del Grupo Celulosa Argentina, atraviesa una crisis que se profundizó en las últimas semanas con la paralización total de la planta de Gobernador Virasoro y la suspensión de más de 500 empleados. El conflicto obligó al Gobierno de Corrientes a intervenir con un paquete de asistencia directa a los trabajadores, mientras la empresa continúa sin ofrecer un plan claro de continuidad.
El gobernador Gustavo Valdés dispuso que cada empleado reciba 250.000 pesos mensuales durante dos meses, además de diferimientos en el pago de tarjetas de crédito del Banco de Corrientes. La medida busca contener la situación social frente a un conflicto que ya derivó en acampe y bloqueo de accesos a la planta por tiempo indeterminado.
Una crisis general del Grupo Celulosa Argentina
Tapebicuá no es un caso aislado: forma parte del Grupo Celulosa Argentina, que enfrenta uno de los peores momentos de su historia. La controlante acumula pérdidas por 38.769 millones de pesos en los nueve meses cerrados a febrero de 2025 y un desplome del 44 % en su facturación. La caída se explica por la fuerte retracción de la demanda local, las ventas internas cayeron 32 % en toneladas, y el aumento de costos en dólares, que no pudieron trasladarse a precios.
En paralelo, la forestal correntina redujo a la mitad su nivel de facturación: 14.837 millones de pesos frente a los 28.922 millones de pesos del año anterior, lo que refleja la parálisis de la construcción y el freno del consumo. La situación se suma a la parada técnica y posterior freno de producción en las plantas de papel de Capitán Bermúdez (Santa Fe) y Zárate (Buenos Aires), que completan un cuadro de crisis estructural para todo el grupo.
Otros motivos que explican la situación actual
El colapso de Tapebicuá se vincula además a las medidas macroeconómicas: la apertura de importaciones, la caída de la construcción y el consumo interno golpearon de lleno a la forestoindustria. El sindicato denunció que el Ministerio de Industria provincial rechazó el procedimiento de crisis que la firma había solicitado para suspender personal con aval oficial.
Mientras tanto, Celulosa Argentina sigue sin cerrar su propuesta de reestructuración de deuda por 128 millones de dólares y enfrenta un pedido de quiebra en la Justicia santafesina. En este contexto, la continuidad operativa de Tapebicuá y de las demás unidades del grupo queda bajo seria amenaza.
Los trabajadores advierten que no aceptarán recortes de personal ni pagos reducidos y mantienen su acampe en Virasoro. El futuro inmediato de la empresa dependerá tanto de un eventual acuerdo financiero del holding como de definiciones políticas que eviten un despido masivo en una de las principales compañías forestales del país.



