Se trata de Grupo México, que recibe ese nombre por la gran cantidad de operaciones que lleva adelante en ese país, a pesar de ser de capitales estadounidenses. Apuestan a hacer crecer la conectividad de los negocios agrícolas y mineros.
Un gigante estadounidense que pisa fuerte en México apuesta por quedarse con el tren Belgrano Cargas y el San Martín. El Grupo México estima invertir 3.000 millones de dólares para ganar la licitación de todas las partes, aunque el Gobierno buscó desarticular las líneas ferroviarias para facilitar —de forma fallida— su privatización. Un movimiento que aparece en medio de un clima de negocios que tiene aire renovado tras la victoria del oficialismo en las elecciones legislativas, pero que causó sorpresa entre los interesados locales, que ven poco viable la gestión total.
La empresa que opera el ferrocarril mexicano más grande tienen interés de operar las vías de carga argentinas con el objetivo de prestar servicios a la minería, la energía y el agro. Es una compañía que mueve más de 100 millones de toneladas de carga al año y, por esas dimensiones y trayectoria, apuntará a quedarse con todos los tramos de los ramales y las distintas áreas de operación del sistema.
GMXT se meterá en la pulseada por el Cargas, en la que están las cerealeras Bunge, Cargill, ACA, AGD y Louis Dreyfus, que ya presentaron una propuesta conjunta en la Bolsa de Comercio de Rosario para participar del proceso. Y también existe el interés de firmas mineras con el fin de transportar oro, cobre y litio hacia los puertos.
Sería una apuesta poco común. El proceso licitatorio de los más de 5600 km y 4600 km, respectivamente, el Ejecutivo lo determinó, por decreto, que sea separado: por un lado las vías, por otro material rodante y talleres, también de forma independiente. El sector privado no tardó en señalar las dificultades de esa maniobra: si las concesiones son de distintos operadores, los costos se trasladan de parte a parte y se vuelve inviable la sostenibilidad del conjunto.
Cómo es el modelo open access que GMXT quiere modificar
A su vez, la posibilidad de que una sola empresa sea la controladora de todo requiere una inversión de magnitud, y no se alinea con la característica “open access” que le quiere dar la Casa Rosada a la concesión de los trenes. Se trata de un sistema que permite a una firma no operadora tener sus propios vagones, subirlos a la vía, pagar un canon y transitar. Pero, en este caso, sumado a la desintegración vertical en la que cada parte ferroviaria tiene un dueño distinto.
Según cuentan por lo bajo fuentes del sector, GMXT ya había evaluado la posibilidad de desembarcar, pero no estaba de acuerdo con esa política. Ahora, en un contexto en el que las empresas nacionales y multinacionales ven estabilidad hasta el 2027, volvería a la carga con la intención de ganar la licitación total.



