Unas llegan y otras se van. Algunas no continúan su producción, mientras que otras se relocalizan por diversas razones en otras latitudes. Cuáles son las automotrices más reconocidas que han pasado por Argentina, pero hoy ya no están, y a cuáles hay que prestar especial atención.
Las fábricas de automóviles fueron claves en el proceso de industrialización de la Argentina, sobre todo en las décadas del 50 y 60. La consolidación de una industria automotriz nacional, protegida de la competencia extranjera, fue parte del modelo de desarrollo global que encadenaba a todos los sectores productivos. Su pico fue en 1974, cuando se produjeron 300.000 unidades, con íconos como el Torino, el Falcón, el Valiant o el Siam Di Tella 1500.
Luego de aquel furor, devino una profunda crisis y una reconfiguración total de la industria, que volvió a tener otro auge en los 90. Durante esa década se destinaron grandes inversiones, logrando el regreso o la instalación por primera vez de multinacionales como Volkswagen, Peugeot, Renault, Fiat, General Motors y Toyota.
¿Por qué se va Nissan?
El retiro de Nissan se debe a que la pick-up Frontier que hoy fabrica en Córdoba también se produce en México, y que desde el año que viene podrá llegar al país sin aranceles de importación.
Nissan se instaló en la Argentina durante la década de 1980 con el modelo Pathfinder, pero comenzó a operar en Córdoba en 2018. Para el año que viene, ya no continuará con su línea de producción en Santa Isabel, Córdoba.
Coincide con que uno de los propietarios de la marca de origen japonés, Mercedes Benz, también vendió su planta y se fue, aunque Renault, la socia, permanecerá en el mercado automotor argentino.
Ya sin contar a Nissan y Mercedes, ahora quedan las agrupadas en la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa): FCA Automobiles Argentina S.A., Ford Argentina S.C.A., General Motors de Argentina S.R.L., PSA Peugeot Citroën, Renault Argentina, Scania Argentina, Toyota Argentina, Volkswagen Argentina, Honda Motor de Argentina S.A. e Iveco Argentina S.A.
¿Qué marcas podrían seguir a Nissan?
La situación a la que debe prestarse atención es la de Chevrolet, que fabrica su modelo Tracker en Alvear, provincia de Santa Fe, y también lo fabrica en Brasil, desde donde envía una buena cantidad de componentes ya terminados para el ensamblado en la fábrica ubicada en la mencionada localidad del Gran Rosario.
Por otro lado, la VW Taos producida en Pacheco es la misma que se hace en México, desde donde llegan gran parte de sus piezas, porque la integración local siempre fue muy baja.
Las mejores posicionadas ante esta situación parecen ser Toyota y Ford, con Hilux y Ranger. Modelos probados, con trayectoria y aceptación, que muestran que se puede producir y exportar en el mismo país y con la misma economía que otros no lo logran.
También estas dos automotrices son las que tienen en carpeta proyectos concretos de «hibridación» de lo modelos que producen. Toyota, desde hace tiempo; Ford, más reciente, ingresando a la tendencia de los vehículos eléctricos, que paulatinamente dejan atrás los motores de combustión.
El vecino más grande, Brasil, que es el principal mercado de exportación de Argentina, tiene un crecimiento constante en los últimos años de la cantidad de patentamientos de autos eléctricos e híbridos, en su mayoría provistos por China.
De hecho, como mecanismo para cambiar hacia este nuevo tipo de movilidad, BYD (la empresa de autos eléctricos más grande del mundo) planea construir una fábrica en el mismo Brasil, ya que al ser un mercado también protegido como el nuestro, requiere de cierta integración local de componentes.
En total, son 125 las marcas que algunas vez pusieron sobre las líneas de producción de las plantas automotrices nacionales sus nombres, generando empleo genuino y aportando al desarrollo industrial de la Nación.