Axel Kicillof, insistió ayer desde su habitual conferencia de prensa que el proyecto de GNL «no puede quedar enredado en cuestiones partidarias y coyunturales».
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se refirió ayer al proyecto de construcción de una planta de gas licuado en sociedad con la malaya Petronas, luego de que el presidente de YPF, Horacio Marín, pusiera como condición la adhesión al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) por parte del gobierno provincial para que aquella se construya en el Puerto de Bahía Blanca.
«Quiero dejar asentada con claridad la posición de la provincia de Buenos Aires con respecto a la inversión de la planta de GNL en Bahía Blanca que es un tema demasiado importante para nuestra provincia, para nuestro país, para tratarlo livianamente o tratar de enredar con cuestiones coyunturales o cuestiones partidarias», dijo Kicillof.
El gobernador aclaró que la inversión, que se estima entre 40.000 y 50.000 millones de dólares, había sido anunciada y aprobada sin RIGI, y que YPF tendría 51% de participación en el proyecto. «Había una enorme inversión que ya estaba definida sin RIGI, un proyecto ya resuelto con condiciones que no son tan ruinosas para el país, que ahora se le daría beneficios que no han pedido ni necesitan, que obviamente les resultan atractivos», subrayó.
Y continuó: «como pasa en economía, lo que es beneficio para una pérdida para el otro en general. Quiere decir que son pérdidas para el pueblo argentino. Y en algunos casos dicen «bueno, porque esto es para que vengan inversiones», pero en el caso de esta inversión ya estaba anunciada. O sea que no era un requisito excluyente para que venga la inversión. No es así. Entonces se está dando más de lo que piden y se está dando por fuera de parámetros básicos que tienen que ver con la soberanía nacional».
«Ya he dado mi posición negativa con respecto al régimen, no con respecto a un régimen de promoción de inversiones en general, sino con respecto a esta forma que se le ha dado y a esta propuesta», aseveró Kicillof, , quien estuvo acompañado por el ministro de Gobierno, Carlos Bianco; su par de transporte, Jorge D’Onofrio, y la presidenta del Instituto Cultural de la Provincia, Florencia Saintout, y consideró que es «difícil, además, que yo le pueda pedir como gobernador a la Legislatura provincial que discuta la adhesión a un régimen, que aún no existe».
El gobernador se refirió también a la inversión de 600.000 millones de pesos mensuales que la Provincia destina a comedores escolares en el programa MESA, anunció refuerzos a programas alimentarios, entre otros programas sociales, y resaltó el «esfuerzo para sostener y acompañar el precio de los boletos de colectivos”, luego de la interrupción de fondos del gobierno nacional. En este sentido, D’Onofrio anunció que, mientras Buenos Aires y otras provincias esperan la resolución de la Corte, se revisarán las subas de las tarifas dictaminadas por el gobierno nacional.