Ángel de Estrada nació en Buenos Aires en 1840. Perteneció a una ilustre familia de la época: su abuela era hija del virrey Liniers. Argentina aún no era un país unificado y él, gracias a su espíritu generoso y osado, ayudaría a cambiar esa situación.
Muy cercano a Domingo Faustino Sarmiento, realizó un destacado aporte en la principal tarea que Sarmiento se propuso durante toda su vida: la de esparcir la educación y el conocimiento en todo el territorio nacional.
En 1872, cuando Sarmiento era presidente de la Nación, cargo que ostentó de 1868 a 1874, le planteó a su amigo personal la necesidad de proveer de textos y útiles escolares a los colegios de la incipiente educación pública.
¿Qué hizo Estrada por la educación?
Fundación Nacional de Tipos de Imprenta
¿Por qué se lo encargó a él? Más allá de su estrecho vínculo, el hecho es que Ángel había fundado una compañía que poseía la representación para el Río de la Plata de una importante fábrica de maquinarias y útiles de imprenta europea.
Ese negocio creció y nació así la Fundación Nacional de Tipos de Imprenta, que abastecía de material gráfico a todos los diarios, revistas e imprentas de Argentina.
Fue la primera en su tipo que hubo en la Argentina y de ella salieron todos los elementos tipográficos requeridos por las imprentas y los talleres periodísticos, que hasta entonces contaban con medios materiales precarios.
Fundación de la Editorial Estada, en el nacimiento y la expansión de las escuelas públicas
Luego de la petición de Sarmiento, en una primera instancia Ángel de Estrada importó traducciones al español de las cartillas para primaria y secundaria, convirtiéndose así en el agente local de la editorial Appleton y Cía. de Nueva York. Más tarde, sin embargo, Ángel decidió cambiar el rumbo y ser él mismo quien imprimiera los textos, apostando por la edición nacional y encomendando la tarea a maestros y profesores argentinos.
Es a partir de ahí que nace la editorial que lleva el apellido de su fundador y que llegó a nuestras bibliotecas, mochilas y bancos escolares. Además de libros de texto y cultura general, Estrada implementó la producción de materiales didácticos, mapas y pizarrones.
El primer libro de lectura nacional
Algunos de los primeros libros publicados fueron Compendio de historia de la escritora Juana Manso (1876) y El Nene, el libro de primero (1895), del profesor Andrés Ferreyra. Este último fue el primer libro de lectura nacional, que contó con más de cien ediciones, la última en 1959. Muchos argentinos lograron dejar atrás el analfabetismo gracias a estas obras.
Ángel de Estada, un empresario argentino polifacético
A Ángel de Estrada hoy se lo consideraría una persona multifacética: empresario, intelectual y diplomático. Entre otras cosas, fue miembro fundador de la Sociedad Rural, director del Banco Hipotecario Nacional y del Banco de la Nación. Y, por si fuera poco, en 1911 lo nombraron embajador en el Vaticano. Pese a ser uno de los más importantes industriales de su época, siempre destacó por tener costumbres sencillas.
Tras la muerte de Ángel, su hijo Tomás y, más tarde, sus descendientes continuaron con el negocio de la editorial Estrada. Lograron mantener una gran coherencia en las políticas editoriales internas a lo largo del siglo XX hasta que en 2007 aquella fue comprada por el grupo británico McMillan. En la actualidad, Estrada funciona como un sello editorial dentro de esta multinacional y se constituye como uno de los líderes en la producción de libros escolares de la Argentina.