Por la emergencia económica, muchas empresas bajan definitivamente sus persianas y se multiplican los remates de máquinas.
Tras la apertura de las importaciones en distintos sectores impulsada por el gobierno nacional, el impacto en la producción nacional no tardó en sentirse. A pesar de la estabilidad económica, que desde el sector industrial demandaban, el escenario es cada vez más complejo, con fábricas paralizadas y otras que directamente deben cerrar, generando pérdidas de puestos laborales y ventas de maquinaria de manera masiva.
Este martes, el Ejecutivo oficializó nuevas medidas a través del Boletín Oficial que eliminan iniciativas estatales de apoyo al sector pyme, bajo el argumento de que representan un gasto ineficiente. En paralelo, se conoció un dato alarmante: desde que asumió Javier Milei ya cerraron cerca de 12.000 empresas en todo el país.}
Mientras tanto, las importaciones treparon a 6.460 millones de dólares, con una suba interanual del 37,3 %, tendencia que se arrastra desde el primer trimestre. Esto golpea directamente a las pymes, que pierden terreno frente a los productos importados.
El remate de maquinarias, uno de los indicadores más dramáticos
Uno de los indicadores más crudos del deterioro es el aumento de tasaciones de maquinaria. Según Adrián Mercado, titular de la firma homónima especializada en subastas, la demanda de valuaciones por parte de pymes creció un 50 % en los últimos 18 meses.
“Hoy hacemos entre diez y doce tasaciones por semana y el 60-70 % se concretan en ventas”, detalló Mercado. Pero lo más grave es que entre el 70 % y el 80 % de las operaciones se deben a cierres definitivos.
Las empresas que venden maquinaria en este contexto suelen ser pymes y micropymes con entre veinte y treinta empleados y un parque de unas treinta o cuarenta máquinas. Algunas lo hacen para cerrar, otras para ganar liquidez y sobrevivir.
Según Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), en los últimos doce meses cerraron 11.911 empresas, de las cuales 1.084 eran manufactureras. La industria perdió 27.745 empleos formales, mientras que la construcción se quedó sin 29.451 puestos en el mismo período.
“Mientras la construcción logró recuperar el 50 % de los puestos perdidos en 2024, la industria sigue sangrando empleo”, advirtió Rosato.
Las cifras del CEPA revelan el drama pyme
Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) profundiza el análisis: entre noviembre de 2023 y febrero de 2025, el país perdió 13.111 empleadores, una caída que afecta casi exclusivamente a las empresas chicas. El rubro más golpeado fue el de transporte y almacenamiento, con 3.321 bajas, seguido por comercio, construcción y servicios profesionales.
Del total, el 99,7 % de los empleadores que desaparecieron tenían menos de 500 trabajadores, una radiografía clara del golpe que atraviesa el corazón productivo argentino.