La producción de la industria manufacturera pyme aumentó 3,2% en diciembre de 2022 a precios constantes y terminó el año con una progresión de 2,3%, según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
En la comparación mensual, la actividad creció 1,6%, marcando una recuperación del consumo que cortó una tendencia negativa durante el último semestre. En diciembre se registró una demanda firme en la mayoría de los sectores, por un lado, y por otro una suba de costos y la falta de insumos que alargaron los tiempos de entrega y en ocasiones redujeron la calidad del producto al ser sustituidos por otros de menores prestaciones.
A la vez, el uso de la capacidad instalada de las 353 industrias PyME del país relevadas en el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) de CAME fue del 72,9% en diciembre, 1,2% por encima de noviembre. El rubro que mostró el porcentaje más alto fue “Papel e impresiones” (79,1%), y el más bajo fue “Químicos y plásticos” (70,1%).
Más Industrias conversó con Juan Carlos Uboldi, director del Sector Industrial de CAME y vicepresidente 1º de la Federación de Comercio e Industria de San Nicolás de los Arroyos (FEDCI) sobre las perspectivas para el sector en este año electoral.
¿Cómo se encuentra el sector industrial PyME en el comienzo del año?
Como viste en el informe, los números de diciembre reflejaron la continuidad de un crecimiento en que se ha ido desacelerando. Esa situación de crecimiento con una demanda firme del mercado de alguna manera contrasta con ciertas restricciones que el sector viene padeciendo y se van agudizando: un aumento importante de los costos y una restricción en la adquisición de los insumos importados. Esos dos condicionantes son motivo de preocupación y van a continuar en el futuro si se mantienen, desacelerando el ritmo de crecimiento y llevándolo cada vez a menores índices. Es lamentable que eso ocurra porque hay una demanda firme hasta ahora, pero esos condicionantes seguramente van a impactar fuerte en el crecimiento de este año.
También estamos en un año electoral…
Claro, seguro. También está el contexto de incertidumbre política, la guerra entre Rusia y Ucrania en el tema de insumos que necesita el sector industrial, como la energía, y también la sequía tan importante que va a restringir la producción de dólares hacia adelante. Todos esos son factores condicionantes en el crecimiento de un año que se avizoró muy ambicioso hasta fines del 2022, pero ésa es la realidad de hoy.
¿Qué lugar ocupa la presión fiscal entre las preocupaciones de las PyMEs?
Sigue siendo una preocupación, pero hoy día en lo más inmediato lo que más les inquieta es el tema de insumos importados y la suba de costos por inflación, lo que está condicionado al poder adquisitivo del mercado interno, con lo cual ahí puede haber también algunos sacudones que achiquen el crecimiento.
Sigue habiendo una caída de la productividad del trabajo.
Sí, es un tema que preocupa, pero es estructural. Y la diferencia de productividad entre medianas y grandes con las pequeñas se ha acentuado. En los últimos quince años las empresas medianas y grandes crearon un 42% de empleo y en las pequeñas se redujo en un 17%. La productividad del trabajo no varió en las grandes y cayó a la mitad en las pequeñas. Es un salto muy significativo. Y para eso es necesario una política tributaria para el trabajo que aliente el crecimiento de las pequeñas, que en función del tamaño de la firma se segregue sectorialmente, regionalmente, o generar los mínimos no imponibles para el sector de pequeñas y medianas. Hay que buscar algún mecanismo que incremente la productividad de las pymes.
¿Cuáles son los rubros que están teniendo más posibilidades de crecer frente a este escenario, que este año tuvieron más posibilidad de recuperarse, y cuáles no?
En principio, la mayoría de los sectores reflejó el incremento. Lo que cayó fuerte fue textil e indumentaria, sobre todo. Pero el año cerró con subas en alimentos y bebidas (3,1%), en metálicos, maquinarias y material de transporte (2,9%), en productos químicos y plásticos (4,3%); en general, digamos. Este año lo que se espera es que todo el sector energético tenga un buen desempeño por el tema del desarrollo de la industria de Vaca Muerta y del litio en general. La minería también, particularmente. Va a haber algunos interrogantes en el tema alimentos por las restricciones del poder adquisitivo, y también textiles va a seguir en ese sendero irregular.
¿Cuáles son las estrategias que están aplicando las PyMEs para seguir a flote y poder defenderse frente a la incertidumbre?
En general, la PyME que no tiene crédito lo que ha hecho es tratar de manejarse con ese capital propio que fue acumulando. Hay una preocupación adicional, que es que algunas de las PyMEs tuvieron financiamiento externo para la adquisición de insumos importados y han acumulado entre 8.000 y 9.000 millones de dólares de compromisos en el exterior por las nuevas disposiciones de la SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina) y van a tener que asumirlo hacia adelante. Ése es otro interrogante que las condiciona.
Sigo confiando en que las PyMEs tienen una resiliencia significativa y que van a poder afrontar un año difícil, pero las perspectivas del año no son las mismas que el año pasado. Vamos a tener una cierta caída en el crecimiento y diría que el crecimiento se va a atenuar, si no a desaparecer.
En este sentido la CAME sigue brindando su apoyo con capacitaciones, rondas de negocios y asesoramiento en comercio exterior, entre varias otras herramientas, ¿no?
Sí, vamos a trabajar mucho en el tema de financiamiento, el tema de adquisición de las ANR (Aportes No Reembolsables) que fueron importantes el año pasado, sobre todo para la parte de tecnología.
En particular, ¿qué panorama ve para las PyMEs de la zona de La Pampa, Río Negro, Neuquén y el sur de la provincia de Buenos Aires?
Creo en esa zona hay muy buenas perspectivas con el tema de Vaca Muerta y el desarrollo de la red de gas, la salida a los puertos del sur, la inversión que empresas internacionales como Petronas van a hacer en el sur para desarrollar la regasificación. Ahí hay una perspectiva muy interesante. Creo que en esa zona, regionalmente, va a haber una actividad importante.