Osvaldo R. Varela e hijos S.A. es una empresa de Quemú Quemú dedicada a la fabricación de productos prefabricados de hormigón para el agro y la construcción civil.
Más Industrias habló con su gerente técnico, Juan José Malo, sobre la ampliación de su nave de producción, el proceso de reestructuración interna que transitan y los proyectos para 2023.
¿Cómo están terminando el año y cómo fue 2022 en comparación con años anteriores?
2020 y 2021 los vivimos relativamente bien, comparado con otros rubros. Como el agro siguió trabajando, no frenamos la producción. Siempre se mantuvo bien la fábrica. Este año hubo inversión fuerte hasta mitad de año o un poco más y después se frenó. Vendimos tanto a principios de año que todavía estamos entregando algunos trabajos. Esperamos que para inicios del año que viene repunte un poco el sector.
¿En qué están trabajando actualmente?
En este momento lanzamos una línea nueva de galpones con un cerramiento premoldeado de gran porte y estamos con paneles para celdas y silos búnker para el agro. Estamos ampliando la nave de producción para incorporar más alcantarillas y productos de gran porte, más pesados. Desarmamos un alero de la nave actual y le sumamos una nave de unos 2.000 metros cuadrados. En 2022 se invirtió muchísimo. Prácticamente todo lo que entró se invirtió en infraestructura de la fábrica y para la logística y montajes.
¿Y en cuanto a la organización de la empresa?
Estamos en una reestructuración grande. Incorporamos mandos medios, empezamos a desarrollar una parte técnica que antes no teníamos. Hoy ya tenemos dos ingenieros, personal capacitado para mantenimiento, que al haber agrandado la infraestructura necesitamos. O sea que crecimos mucho también en cuanto a personal y en cuanto a profesionalización del trabajo.
¿Cómo enfrentan la coyuntura?
Estamos tratando de conseguir algún crédito porque esta obra grande la estamos haciendo toda a pulmón, con fondos nuestros. Por otro lado, el Banco de la Pampa da crédito a los clientes, entonces de alguna manera indirectamente ese dinero nos llega a nosotros.
¿Cuáles son sus principales clientes y cuál es su zona de influencia?
Nuestro cliente es el campo. Vendemos mucho en La Pampa y en otras provincias también, como en Buenos Aires. Este año hicimos un galpón y dos feedlots en Chivilcoy, hicimos entregas de paneles en Neuquén, en Santiago del Estero, en Entre Ríos, en Santa Fe. Si bien el fuerte son 300 kilómetros a la redonda, estamos empezando a salir bastante porque estos productos nuevos no abundan en el mercado. El hormigón tiene un costo de flete muy alto, por lo pesado y porque no entran muchas piezas en un camión, pero como no hay producción en otro lado igual nos compran a nosotros. Trabajamos un poco también con obra pública, cuando surge algo.
¿Qué proyectos tienen para 2023?
En este momento estamos muy abocados a la ampliación de nuestra nave de producción. Estamos cuadruplicando la superficie cubierta, incorporando puentes grúa, muchos camiones para hacer la logística e hidrogrúas para montaje de obra. Nos preparamos para crecer mucho el año que viene.



