La empresa estadounidense publicó un comunicado tras el video de su CEO, Sam Altman. Explicó cuál será su verdadero rol en el proyecto que, según dijo, será todo de la compañía local Sur Energy.
La empresa desarrolladora de ChatGPT, OpenAI, recitificó en un comunicado el anuncio que había hecho el viernes pasado su CEO, Sam Altman: no serán ellos quienes lleven adelante la inversión, sino la empresa local Sur Energy. Además, informó que está discutiendo con el gobierno de Javier Milei la posibilidad de sumarse a la iniciativa de la compañía OpenAI for Countries (OpenAI para Países), un modelo para capacitar y entrenar a la administración pública, al menos en un principio, en el uso de herramientas de inteligencia artificial.
«El proyecto está liderado por Sur Energy, como parte de una construcción tras las productivas discusiones de la semana pasada en Buenos Aires entre el presidente Milei, miembros de su gabinete y una delegación de OpenAI encabezada por el jefe de la Oficina de Asuntos Globales, Chris Lehane. OpenAI y Sur Energy firmaron una carta de intención para explorar un proyecto de un centro de datos a gran escala en Argentina. Sur Energy sería el desarrollador de la energía y la infraestructura y encabezará la formación de un consorcio, que incluye la asociación con un desarrollador de la infraestructura de una nube. Sur Energy planea asegurar que el ecosistema del centro de datos será alimentado por fuentes seguras, eficientes y sustentables. OpenAI da la bienvenida a la posibilidad de convertirse en un comprador», que adquirirá procesamiento cuando esté operativo, explicó la empresa estadounidense en su comunicado.
Asimismo, la compañía estadounidense expresó: «Argentina está entrando en la era de la IA con un gran impulso. Millones de argentinos utilizan ChatGPT cada semana, y su adopción se ha triplicado con creces en el último año (se abre en una nueva ventana) y es mayor entre los adultos jóvenes (18-34 años). Argentina también se encuentra entre los principales países latinoamericanos en cuanto a desarrolladores que utilizan las herramientas de OpenAI, lo que demuestra que no solo utiliza la IA, sino que también la moldea. Este impulso, junto con un ecosistema de desarrolladores en crecimiento, convierte a Argentina en un lugar ideal para construir la infraestructura que le permita desarrollar todo su potencial en materia de IA».
OpenAI explicó que, además de «desarrollar la infraestructura necesaria para impulsar la IA», están «discutiendo con el Gobierno argentino oportunidades para impulsar la adopción de la IA en todo el país, como parte de nuestra iniciativa OpenAI for Countries, comenzando por el propio Gobierno». «Como hemos visto en colaboraciones similares en todo el mundo, ChatGPT tiene el potencial de ayudar a los empleados del Gobierno argentino, así como a las instituciones administrativas y de investigación, a acelerar su trabajo diario, lo que en última instancia supondrá un ahorro de costes y la prestación de mejores servicios a los ciudadanos argentinos», añadieron.
Las dudas que se generaron
El entusiasmo inicial convive con algunos interrogantes. Especialistas advierten que una carta de intención no implica un compromiso contractual y que el proyecto enfrentará desafíos logísticos, regulatorios y macroeconómicos. En un país marcado por la incertidumbre económica, garantizar estabilidad para una inversión de semejante escala será una prueba determinante.
A diferencia de otros proyectos Stargate ya confirmados en otros países, este anuncio se encuentra en una etapa preliminar y depende de acuerdos regulatorios y financieros para concretarse.
También surgen debates sobre soberanía tecnológica, manejo de datos y distribución de beneficios. La gobernanza del proyecto —quiénes finalmente serán partícipes, bajo qué condiciones y con qué retornos locales— será clave para evaluar su verdadero impacto.