Las negociaciones se extendieron por 25 años. Se abre un mercado de 700 millones de personas.
El Mercosur y la Unión Europea (UE) firmaron el acuerdo de libre comercio tras 25 años de negociaciones. El inesperado viaje de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, fue un primer anticipo de que el acuerdo estaba por realizarse. Ya en Montevideo, Von der Leyen dijo a la prensa local que se trata de «un hito histórico», acompañada por los presidentes de los Estados miembros del Mercosur.
“Estamos generando un mercado de 700 millones de consumidores”, destacó Von der Leyen y aseguró que la alianza “va a generar inversiones y trabajo a ambos lados del Atlántico”. “Le estamos diciendo al mundo que tiene que estar ligado por valores”, añadió la funcionaria europea.
En ese sentido, ambos bloques publicaron un comunicado conjunto en donde confirman «la conclusión final de las negociaciones para un acuerdo de asociación entre las dos regiones, después de más de dos décadas de negociaciones».
El texto oficial sostiene que «teniendo en cuenta los avances logrados en las últimas décadas hasta junio de 2019, el Mercosur y la Unión Europea participan, desde 2023, en un intenso proceso de negociación para ajustar el acuerdo a los desafíos actuales que enfrentan a nivel nacional, regional y global».
«En los últimos dos años, las dos partes han celebrado siete rondas de negociaciones, entre otras reuniones, y se han comprometido a revisar asuntos relevantes. A la luz de los avances logrados desde 2023, el acuerdo de asociación entre el Mercosur y la Unión Europea ya está listo para su revisión legal y traducción. Ambos bloques están decididos a realizar este tipo de actividades en los próximos meses, de cara a la futura firma del acuerdo», completa el comunicado de ambas partes.
Como se destrabó el acuerdo
El rol del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva fue determinante para llegar a este acuerdo. Desde su asunción en enero de 2023, el brasileño se ocupó de modificar las restricciones ambientales impuesta por los europeos, que previamente habían frenado su concreción. En diciembre de ese año, Brasil preparó la cumbre de Mercosur en Río de Janeiro para mostrar la foto de hoy en Montevideo pero terminó cayéndose por el rechazo del ex presidente de la Nación, Alberto Fernández, a último momento. Con la llegada de Javier Milei a la Presidencia argentina se resolvió esa resistencia y del lado latinoamericano quedó todo encaminado para la firma final del acuerdo.
Del lado europeo, los factores externos y la crisis gubernamental en Francia abrieron una posibilidad de acelerar el proceso, que la presidente de la UE supo aprovechar a la perfección. Macron, el presidente francés, era el principal opositor a que se concreten las negociaciones, por lo que su inestabilidad interna facilitó la tarea de Von de Leyen, que terminó tomando la decisión de viajar hasta Uruguay para asegurarse de que el acuerdo finalmente se logre.
Otro punto que influyó fue la amenaza de los aranceles de los Estados Unidos con la llegada de Donald Trump y el equilibrio que hizo la italiana Giorgia Meloni para complementar el apuro de Alemania y España que, si bien no hizo campaña abiertamente por la resistencia de algunos sectores de peso en Italia como los agricultores locales, sí inclinó la balanza para que el resto del bloque acompañe mayoritariamente.
Sólo Francia y Austria se oponen actualmente a la aprobación del acuerdo, que debe pasar por el Parlamente europeo, y luego por el Parlamento de cada uno de los países miembros. La estrategia de Von der Leyen para esquivar la resistencia de Francia y otro puñado de países será ratificarlo por el Consejo y el Parlamento europeo y dividir el texto en dos partes para no necesitar la ratificación por los parlamentos de los 27 Estados miembros.