María Antonia Ochandorena, a sus casi 70 años, es un pilar en el mundo ganadero del suroeste pampeano. Productora de la Estancia San José en la localidad de La Adela y presidenta de la Asociación Rural del Sur Pampeano, una organización que cuenta con más de 640 productores asociados, compartió con La Agrícola su trayectoria y visión.
Ubicado en el kilómetro 127 y medio de la Ruta 154, a unos 10 kilómetros del asfalto que se interna en la provincia, se encuentra el establecimiento ganadero San José. Este lugar, de 2.500 hectáreas, es el hogar de los cuatro hermanos que trabajan en el campo que sus tíos les dejaron en 2001.
A pesar de que su domicilio principal se encuentra en Río Colorado, María Antonia y sus hermanos dedican buena parte de su tiempo al cuidado de San José. Su vida, marcada por la ruralidad, se refleja en la pasión por la cría de ganado, específicamente de Aberdeen Angus negro y colorado.
Desde el 2019, y tras haber ocupado el puesto de secretaria durante años, María se desempeña como presidenta de la Asociación, posición que tendrá hasta mediados de 2024. Durante este período, los desafíos no han sido pocos. Primero la zona fue afectada por los incendios en 2017, luego vino la pandemia y, más recientemente, la devastadora sequía seguida de un temporal demasiado abrupto. María Antonia es un ejemplo de cómo manejar la gestión y resiliencia en épocas difíciles.
¿Qué nos puede contar de su gestión durante estos años?
En 2019 asumí como presidenta. La pandemia en 2020 nos afectó, sin reuniones ni movimiento. Superamos inspecciones del Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) y reformamos el lavadero de camiones. Reestructuramos la institución, renovamos corrales y realizamos remates de toros. También logramos establecer un laboratorio de análisis para animales. Estamos a la espera de la habilitación, un logro institucional al adquirir todos los equipos a precio dólar antes de su aumento. Todo está listo, solo estamos aguardando la inspección del Senasa. Realizaremos pruebas de brucelosis y PCR para los toros. Contamos con la veterinaria y la especialista para los análisis. Ninguna rural en la provincia tiene laboratorio, así que para nosotros va a ser un orgullo poder tenerlo en funcionamiento.
¿Cómo enfrentaron la sequía y las demandas de los productores?
Los productores acá se acercaron preocupados en el mes de marzo, cuando ya se veía la sequedad que teníamos desde el año 2022. Un productor me comentó que en su campo tenía una sequía tremenda, que no tenía más pasto, y me cuestionó acerca de qué pensaba hacer la Rural al respecto. Llamé a la ministra de la Producción, Fernanda González, y la puse al tanto de lo que ya estaba pasando acá, en La Adela. Vinieron dos ingenieros a inspeccionar la zona y, tras eso, declararon la emergencia agropecuaria. La ministra me preguntó qué queríamos que hagan y yo les dije que manden alimentos. ¿Qué otra cosa íbamos a hacer? Si no había pasto en los campos.
¿Qué pasó después?
Empezaron a mandarnos alimentos y fuimos repartiendo aquí, en el predio de La Rural, a los productores. Así que ahí estamos, peleándola. Después, gracias a Dios, nos llovió en diciembre. Pero fueron unas lluvias tremendas, nos rompieron todos los caminos. Por ejemplo, en mi casa, un día jueves llovieron 47 milímetros y el sábado 108. Así que 155 milímetros en dos días, ningún campo lo puede aguantar. ¡Pero cómo cambió! Ya empezó a tener algo de pasto.
¿Cómo es la situación actual de la ganadería en la región y cómo influye la falta de lluvia en el desarrollo de la actividad?
La verdad es que nosotros ahora, si no nos hubiera llovido, no sé lo que hubiéramos hecho, porque se ha achicado tanto la hacienda que no sé tampoco cómo vamos a seguir. Yo creo que los que han podido mantener algo de hacienda ahora van a poder seguir en el rubro ganadero. Pero hay mucha gente, muchos productores chicos, que tuvieron que vender sus haciendas, sus rodeos. No sé cómo va a hacer esa gente. Los que hemos podido salvar algo vamos a seguir produciendo porque es lo que nosotros hacemos y sabemos hacer. Para nosotros, el mejor ministro de Economía que tenemos es la lluvia. Sin eso, estamos perdidos. Sin embargo, los gobiernos también tienen que acompañarnos con los impuestos. Hemos pasado por todo. La resiliencia y adaptación son clave. La colaboración con los productores y el apoyo gubernamental son fundamentales.
Seguir produciendo, adaptándonos a los cambios y enfrentando los desafíos.
María Antonia Ochandorena
¿Cómo está la situación ahora?
Llovió en un solo día 150 milímetros en diciembre. Había llovido solo 150 en todo el año. Nos dio un pequeño respiro porque no teníamos pasto, el campo repuntó. Tenemos un salitral en la localidad: quedó lleno, hermoso. Incluso aparecieron aves acuáticas. Pero con 40 grados de calor como está haciendo, el poco pasto que había empezado a venir está amarillando. Es difícil la vida en el campo.
Con casi 70 años, ¿piensa retirarse?
Sí, de la gestión en la Rural, pero seguiré con el campo. Llevo cuatro años y es agotador. Quiero dejar espacio a alguien más joven que pueda seguir llevando la institución adelante como debe ser. No es fácil, es desgastante. Acá, en esta zona del cardenal, en el año 2017 se nos quemaron los campos íntegramente. Las hemos pasado todas: incendios, después pandemia, sequía y temporales, así que estamos completos. Hemos tenido que pasar todas las variantes cíclicas.
¿Qué planes tiene para el futuro?
Seguir produciendo, adaptándonos a los cambios y enfrentando los desafíos.
Establecimiento San José
Ubicación: La Adela, La Pampa.
Extensión: 2.500 hectáreas con dos aguadas sobre la Ruta 154, kilómetro 127,5.
Ganado: 200 vacas y 13 toros de raza Aberdeen Angus.
Tasa de preñez: alrededor del 70%.
Vegetación: predominan montes altos con caldenes, algarrobos y chañares en la zona, así como el pastizal compuesto por alfilerillo, trébol, aflechilla y paja ancha, vital para el ganado durante todo el año, incluyendo estaciones secas.