La construcción fue uno de los sectores más afectados por la recesión económica, a lo que sumó el parate de la obra pública. Ahora, esperan que el volumen crezca entre 10% y 20% durante los próximos meses.
La demanda de materiales de construcción está experimentando un crecimiento exponencial, con un mayor número de personas accediendo a financiamiento para construir o remodelar sus hogares, y se prevé para el 2025 un aumento en el volumen de ventas entre un 10% y un 20% en los próximos meses.
Ladrillos, cemento, arena, grava, hierro y acero son algunos de los productos que lideran las listas de compras.
Los créditos hipotecarios están ganando protagonismo como una herramienta esencial para el acceso a la vivienda propia y la reactivación del sector inmobiliario.
Este tipo de financiamiento está generando también un impacto positivo en la venta de materiales de construcción, estimulando la demanda de productos para todas las etapas de la obra y otros elementos esenciales.
Por otro lado, la demanda también se concentra en materiales como chapa, perfiles, aislaciones, tornillos y productos para acabados como pinturas, cerámicos, revestimientos, maderas, y elementos para puertas y ventanas.
Al contar con financiamiento, las familias pueden proyectar sus construcciones de manera más estructurada, impulsando la compra planificada de insumos. Esto beneficia directamente a fabricantes y distribuidores, quienes ven un aumento sostenido en las ventas.
Además, la construcción de viviendas se traduce en un mayor volumen de operaciones para el sector, consolidando su relevancia económica y social.
Si bien es cierto que el aumento en la demanda podría generar un aumento en los precios, -especialmente si la oferta no logra satisfacer la demanda-, también es posible que la competencia entre los proveedores de materiales de construcción mantenga los precios estables o incluso los reduzca.