Hasta el viernes, unas 5.000 personas se inscribieron para formar parte de los cursos de capacitación laboral en los 19 Centros Provinciales de Formación Profesional (CPFP) en diferentes puntos de la provincia.
La cifra de inscriptos, si bien es provisoria, ya superó ampliamente la del cuatrimestre pasado. En agosto del 2021 hubo «alrededor de 2.300 inscriptos» de los cuales 355 residían en Santa Rosa y 260 se encontraban en contexto de encierro.
Los datos definitivos se tendrán el próximo 7 de marzo, cuando inicie el dictado de clases y se defina por sorteo quiénes formarán parte de las capacitaciones.
El año pasado ya se había registrado un incremento de anotados para cursos debido, entre otros factores, a la ampliación de la oferta de los CPFP. Este dato indica que la capacitación profesional es cada vez más necesaria, especialmente en un contexto post-pandémico, y que su demanda no solo se sostiene, sino que continúa en crecimiento.
Hubo Centros de Formación en los que la cifra de inscriptos superó de manera notoria la del ciclo pasado. «El viernes cerramos la inscripción a las 21.30 horas, y por lo que pudimos contabilizar hubo 597 inscriptos, aunque todavía hay que hacer el conteo definitivo», comentó Hernán Buri, director del Centro Provincial de Formación Profesional Nº 3.
El centro, ubicado en Oliver 751 de la capital pampeana, cuadruplicó su matrícula en comparación al año pasado. Buri dijo que «el año pasado pudimos abrir inscripción solo para el segundo cuatrimestre, y solo con algunas ofertas, porque con el tema de la pandemia veníamos de arrastre desde el 2020 con muchas. Pero de las que pudimos abrir tuvimos aproximadamente 150 personas inscriptas».
En este nuevo ciclo, el CPFP Nº 3 contará con 21 cursos, y cada uno tendrá diferentes cupos, dependiendo de sus características y del espacio físico que dispongan, siempre contemplando las medidas sanitarias de prevención contra el Covid-19. «Trabajamos con no más de 16 personas por curso, porque con ese número el instructor puede trabajar bien con todos los estudiantes y atender sus necesidades. Pero hay talleres en los que es muy reducido el grupo porque el espacio físico no lo permite», explicó.
Buri estimó, en base a la cantidad y cupo de cada curso, que quedarán «unas 250 personas» de todas las que se anotaron. Detalló que «el 7 se van a presentar todos en el Centro, y directamente se separan por ofertas, y el sorteo se hace en el espacio de cada taller», atendiendo a las medidas sanitarias para evitar aglomeraciones.
Más mujeres
El director del Centro destacó que, en general, los inscriptos son personas jóvenes. «Por lo que pudimos observar, podría decir que el promedio de edad de los inscriptos es de 30 a 32 años», dijo. También destacó que, en su mayoría son personas «que realmente necesitan aprender un oficio porque están desocupadas, y tienen la necesidad urgente de capacitarse».
Otro dato que destacó Buri es que creció mucho la inscripción de mujeres a las capacitaciones que, históricamente, tuvieron una predominancia masculina. «Muchas mujeres se inscribieron, y en talleres a los que nunca se habían inscripto mujeres antes. Para nosotros es una alegría y un desafío», contó. Además de los talleres que tradicionalmente tienen un mayor cupo femenino, como carpintería o computación, las inscriptas también optaron por cursos «más duros, como herrería, arreglo de automotores y electricidad».