El sector de la economía del conocimiento en su mayoría se muestra de acuerdo con el rumbo económico del país, pero se queja por el esquema impositivo y las restricciones al acceso de divisas.
La inteligencia artificial (IA) abrió un mundo de posibilidades y desde el sector de la economía del conocimiento buscan aprovecharlas al máximo. El 96,5 % de las empresas relevadas aseguran que Argentina puede convertirse en un hub global de IA.
Desde la gestión del Gobierno están en sintonía con esa mirada. En particular, el jefe del Consejo de Asesores del Presidente, Demián Reidel, expresó en reiteradas ocasiones la intención de convertir al país en un epicentro del desarrollo de la IA e incluso protagonizó varios eventos dedicados al debate alrededor del tema.
El estudio, llevado a cabo por Argencon, la entidad que agrupa a las empresas vinculadas a la economía del conocimiento, reflejó que casi el 100 % de los empresarios encuestados consideran que la IA puede tener un impacto “transformador” para la industria y el país.
Para que eso se vea materializo, es necesario que el país supere algunas trabas y obstáculos, principalmente la infraestructura que requiere el desarrollo de esta tecnología, la cuestión más valorada como desafío a resolver. Le siguen un marco regulatorio adecuado y la formación de técnicos como las necesidades más urgentes en el sector.
Cepo y salario en dólares, los dos temas que preocupan
Según la encuesta de Argencon, las empresas tecnológicas nacionales ven con buenos ojos el rumbo de la política económica actual. Así, el 86,2 % de ellas coincide en que la gestión del Gobierno ha generado “mejoras significativas” en la resolución de los problemas estructurales del sector.
Actualmente, la expectativa central se centra en la salida del cepo y la normalización del régimen cambiario, seguidos por la necesidad de mantener el descenso de la inflación y reducir la carga fiscal.
“La salida del cepo cambiario será clave para consolidar este impulso y continuar con la senda de recuperación. Fortalecerá el desarrollo del sector, mejorará la competitividad y permitirá a las empresas expandir aún más sus mercados internacionales”, aseguró Sebastián Mocorrea, presidente de Argencon.
Distinta es la mirada sobre el incremento del costo salarial en dólares. Por un lado, las empresas aseguran que facilitó un aumento en la retención de empleo, pero la suba salarial argentina es vista como “el principal desafío para el desarrollo de negocios”, según las multinacionales, que “valoran especialmente la competitividad de costos”.
La mitad de las compañías reportó incrementos salariales por encima del 30% en dólares y el segmento salarial con mayor previsión de rotación cobra alrededor de 1.500 dólares. A su vez, el 48 % prevé mantener la dotación de empleados, mientras que el 24 % anticipa un incremento de entre 8 % y 10 %.