Si el clima acompaña, por la venta al exterior de productos agrícolas podrían alcanzar los 35.500 millones de dólares.
En el Congreso de la Nación ya comienza a debatirse el presupuesto para 2025 presentado por el Poder Ejecutivo en el cual las retenciones se mantendrían sin alteraciones. En este contexto, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) proyectó una cosecha argentina de granos 2024/25 que podría oscilar entre 128,8 y 143,2 millones de toneladas, dependiendo de si el clima acompaña o no con lluvias y temperaturas normales.
De cumplirse la primera proyección, elaborada pensando que continúe el déficit hídrico que ya se está sintiendo en la actualidad, significaría una baja del 2 % con respecto a la última campaña.
En cambio, si las condiciones climáticas juegan a favor de los cultivos, se lograría un incremento interanual del 9,3 % y se marcaría un récord, superando las 141,5 millones de toneladas de 2018/19.
La Bolsa rosarina, en la primera proyección de la campaña 2024/25 que se efectúa, anticipó al lanzamiento de la campaña gruesa que hará su par de Cereales de Buenos Aires en esta misma semana. Desde la entidad santafesina, indicaron que en este momento del año, donde cualquier cálculo es muy preliminar, lo usual y reconocido estadísticamente a nivel internacional es realizar estimaciones suponiendo que el comportamiento climático va a ser el normal.
De allí que, teniendo en cuenta que la soja cubriría 17,7 millones de hectáreas, un 8 % más que el año pasado, y generaría entre 52 y 53 millones de toneladas, pero el maíz reduciría su área 21 % como consecuencia de la chicharrita y sumaría también unas 52 millones de toneladas, con lluvias en torno al promedio histórico se alcanzaría una cosecha superior a las 140 millones de toneladas.
El panorama para los cultivos de invierno, como el trigo y la cebada, muestra una expansión en la superficie sembrada, aunque el éxito de estos cultivos dependerá de la evolución de las lluvias en las próximas semanas.
En el caso del trigo, la superficie sembrada creció un 21 % respecto de la campaña anterior, alcanzando 6,7 millones de hectáreas, con una producción estimada de 20,4 millones de toneladas. La cebada, por su parte, tuvo un incremento más moderado en la superficie sembrada, con un aumento del 1,7 %, y una cosecha proyectada de 5,2 millones de toneladas.
Otros cultivos beneficiados por la sustitución de superficie maicera son el girasol y el sorgo. La oleaginosa experimentó una mejora en la intención de siembra, alcanzando las 2,1 millones de hectáreas, aunque su éxito dependerá de las condiciones climáticas en las zonas más afectadas por la sequía, como el norte del país.
En este escenario, la producción proyectada de girasol sería de 4,2 millones de toneladas. El sorgo, por su parte, cubriría 1,1 millones de hectáreas, con una producción estimada de 3,2 millones de toneladas.
Qué pasaría si vuelve a haber sequía
Sin embargo, habida cuenta de que en los últimos ciclos se han sucedido casos de sequías, se hizo también una proyección ajustando a la baja los rindes de cada cultivo hacia su promedio de los últimos cinco años (que incluye desde dramáticas sequías hasta años buenos), en lugar de tomar el rinde tendencial (que es creciente a largo plazo).
Las mayores caídas se registrarían en los cultivos de soja y maíz, cuyas proyecciones de producción retroceden un 6,6 % y 4,4 %, respectivamente. En el caso de la soja, la producción se reduciría a 49,6 millones de toneladas, mientras que el maíz alcanzaría 47,6 millones de toneladas. Otros cultivos también experimentarían ajustes significativos en sus rindes, lo que afectaría las expectativas de producción global.
El tercer volumen más alto de la historia
Del lado de la demanda, las proyecciones bajo el escenario proyectado por la metodología tradicional indican que las exportaciones de granos, aceites y subproductos podrían alcanzar el tercer volumen más alto de la historia.
En concreto, se espera que las exportaciones alcancen 101,5 millones de toneladas, un 15 % más que en la campaña anterior y el volumen más alto en los últimos cuatro años, aunque sin superar las cifras de las campañas 2018/19 y 2020/21.
A los precios actuales, estas estimaciones sugieren un ingreso de dólares por exportaciones del agro de 35.500 millones, superando los niveles de los últimos dos años.
Sin embargo, este ingreso sería entre 4.000 y 6.000 millones de dólares menor al registrado durante el auge de los precios agrícolas provocado por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Por otro lado, bajo un escenario ajustado por déficit hídrico, el valor de las exportaciones se reduciría a 32.600 millones de dólares, lo que representaría un incremento del 6 % respecto de la campaña pasada, pero un 1 % por debajo del promedio de los últimos tres años.