En los últimos meses se disparó el consumo masivo a través de las plataformas chinas. Cuántos dólares gastan los argentinos en eso.
Las importaciones argentinas desde China vienen en alza durante los últimos meses. Desde Oriente llegan bienes de capital pero la novedad de los últimos tiempos se refiere al boom de compras de bienes de consumo. Ese rubro muestra un crecimiento en torno al 150 % interanual, de acuerdo a los registros del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Ya no se trata exclusivamente de compañías importadoras que traen contenedores enteros desde Beijing. Ni sólo de empresarios y emprendedores que viajan 19.500 kilómetros para comprar baratijas (y no tanto) para vender por Instagram.
Desde que se implementó el «puerta a puerta», cada vez son más los argentinos que mediante un click adquieren productos en portales como Shein y Temu y los reciben en su propio hogar a los veinte días. Los beneficios de comprar a través de esos portales se transmiten a la velocidad de la luz entre los clientes y las ventas suben exponencialmente.
Importar el producto terminado ahora es más rentable
De acuerdo con el último informe respecto del tema de la consultora EconViews, las importaciones de bienes despachados a través de esos servicios postales (couriers) que traen cosas desde China sumaron 72 millones de dólares durante junio. Acumularon 315 millones de dólares durante el primer semestre del año.
«La suba se dio a partir de la ampliación del límite para traer productos por esta vía en noviembre de 2024», recordó la consultora. Es un fenómeno que se potenció durante la pandemia y explotó en los últimos meses, gracias al «dólar barato», las ofertas y la apertura comercial.
EconViews, a raíz de esto, elaboró algunas conclusiones respecto del fenómeno que se da con las compras en portales chinos. «Todo esto es una parte muy chica de todas las importaciones, pero es un buen reflejo de un comportamiento más generalizado. Este nivel de tipo de cambio real (incluso con la pequeña recuperación de los últimos meses) es bajo y genera incentivos a importar», dijo.
«A eso se suma el (necesario) proceso de apertura comercial. Esto va más allá de la discusión sobre la sostenibilidad del déficit de cuenta corriente. El hecho es que ahora las empresas y las personas pueden importar y les sale barato, entonces lo hacen. No es raro escuchar casos donde importar el producto terminado ahora es más rentable que producirlo localmente», resaltó el informe.
El nuevo perfil de los consumidores
Por fuera de lo que son las compras en los portales chinos, el consumidor argentino se puso más estricto a la hora de hacer compras en el país.
Los consumidores ya han variado su comportamiento a medida que avanzó el nuevo modelo económico y no poseen los mismos hábitos que hace algunos años. Son más meticulosos y, antes de decidir, van a la pesca de las ofertas, en un momento en que fluyen las promociones bancarias a través de las distintas aplicaciones.
El dato es contundente: en ocho de cada diez hogares se hacen las compras elementales en por lo menos cuatro canales distintos, una exigencia a veces extrema, pero que los consumidores se sienten en la obligación de afrontar con tal de conseguir precios más bajos.
En medio del consumo que viene en caída, la competencia entre los distintos canales de ventas se depreda a sí misma. El fenómeno de los portales chinos, en este contexto, no hizo más que profundizar esta tendencia.