Durante el año pasado, según datos de la Cepal, hubo un estancamiento de las inversiones en el país, pese a los esfuerzos del Gobierno por atraerlas.
La Inversión Extranjera directa (IED) en Argentina cayó durante el año pasado, según reveló el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). A pesar de que en Latinoamérica el incremento fue de 7,1 % interanual, el organismo expresó su preocupación por el estancamiento en la llegada de nuevos inversores, lo que evidenció el bajo interés de las empresas extranjeras por establecerse en la región.
Brasil mantuvo su posición como el principal receptor de IED, concentrando el 38 % del total regional, seguido por México con el 24 %. Colombia, Chile y Argentina completaron el ranking de los cinco principales destinos, aunque esos tres países recibieron flujos menores a los registrados en 2023.
De todas maneras, Argentina sí tuvo una participación destacada en el sector de recursos naturales. A pesar de que ese rubro tuvo una menor participación en las entradas regionales respecto de años anteriores, el caso local fue la excepción ya que se registró un incremento de las inversiones del 44 % interanual, el más alto de la región, impulsadas por la ampliación de la explotación de hidrocarburos.
El análisis de la Cepal explicó que el incremento de las inversiones fue traccionado por empresas transnacionales que ya operaban en la región, especialmente a través de aumentos en la reinversión de utilidades. En contraste, los aportes de capital nuevo continúan estancados, lo que refleja «el bajo interés de nuevas empresas por localizarse en la región», según el informe.
Según estadísticas del Banco Central, durante el 2024 hubo una caída del 54 % en los flujos netos en comparación con 2023, pasando de 23.866 millones de dólares a 10.996 millones.
Caída de la inversión y preocupación por los aranceles
Esa caída evidenció la dificultad para el Gobierno de atraer capitales extranjeros, incluso con la sanción del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) a mitad de año. En este sentido, los datos disponibles de 2025 indican que esa tendencia se prolongó.
En los primeros cinco meses de este año, la IED en Argentina registró un saldo neto negativo de 1.679 millones de dólares, el peor resultado para, al menos, los últimos diez años. Este saldo se derivó de ingresos totales en lo que va del año por 551 millones de dólares y de egresos por 2.190 millones de dólares, lo que confirma la continuidad de la tendencia negativa observada en 2024.
El informe también alertó sobre el potencial impacto de los cambios en las políticas arancelarias y comerciales de Estados Unidos en las decisiones de inversión futuras. Debido a la importancia del mercado estadounidense como destino de las exportaciones regionales, «cabe esperar que los cambios en las políticas arancelarias y comerciales de ese país influyan en las decisiones de inversión a mediano y largo plazo».
Además, se enfatizó que estos cambios pueden influir en las futuras decisiones sobre las cadenas de suministro, por lo que considera «fundamental que la región desarrolle estrategias destinadas a mantener su atractivo para los inversionistas internacionales».
En este sentido, Estados Unidos consolidó su posición como el mayor inversionista de la región. Por el contrario, la participación relativa de la inversión de la Unión Europea —excluyendo Luxemburgo y Países Bajos— cayó a mínimos desde 2012.