Las opiniones están divididas. Mientras algunos ven a la inteligencia artificial (IA) con preocupación por la capacidad que tiene para reemplazar el trabajo humano, otros —cada vez más— abrazan sus beneficios.
Según se concluyó en el Congreso Internacional LEAN ORP 2025, un evento que reúne a expertos, investigadores y profesionales de la seguridad y salud en el trabajo para analizar las tendencias actuales y futuras en este campo, está claro que los avances tecnológicos permiten entornos laborales cada más seguros y que tanto la IA como la ingeniería de datos e Internet de las Cosas (IoT) son herramientas de gran valor.
Ya hoy las tecnologías emergentes están transformando la salud y la seguridad en este ámbito, ayudando en la detección de causales de accidentes y la implementación de medidas preventivas, también en la Argentina. Para ahondar en este tema, Más Industrias conversó con Sebastián Antolloni, jefe de Prevención Integral de Riesgos Laborales de La Segunda, quien considera que “la tecnología nos va a permitir construir entornos laborales y no laborales más seguros y también más saludables y productivos”.
¿Qué impacto está teniendo la IA en el ámbito de la prevención de riesgos laborales?
Sin lugar a dudas, es transformador y revolucionario. Nosotros estamos pasando de un modelo predominantemente reactivo, es decir, donde se actuaba después que algo ocurriera, a un enfoque proactivo y predictivo, con una tendencia a que la prevención sea cada vez más personalizada. El mayor beneficio de la IA es que nos permite analizar volúmenes de datos que no teníamos capacidad de procesar, identificando patrones, correlacionando tendencias, datos que antes eran invisibles y hoy los tenemos en la mano. Nos permite anticiparnos. En lo que refiere a prevención, es clave.
¿Cómo lo están implementando en La Segunda?
Nos vamos adaptando. Como todo nuevo proceso, lo exploramos, nos formamos y vamos haciendo distintas experiencias. Desde hace por lo menos dos años el ejercicio diario con el uso de la IA viene tomando cada vez más forma. Arrancamos primero con la digitalización del proceso de prevención y de medicina laboral. Y hoy ya podemos ir mucho más a fondo y analizar grandes volúmenes de datos con IA y otros emergentes como Big Data, IoT, realidad virtual, para procesar todo y tomar definiciones rápidas.
¿Qué beneficios ven concretamente?
Por un lado, velocidad. Nos permite tener información en tiempo real. Hoy tenemos más volúmenes de datos y con mayor precisión que los que gestionábamos antes, los tenemos interconectados a través de la IoT, medidos a través de dispositivos móviles. A través de un reloj podemos monitorear permanentemente, por ejemplo, la tensión arterial. Elementos como estos nos permiten también medir algunos agentes de riesgos que están presentes en los ámbitos de trabajo. Nos dan una información muy detallada minuto a minuto de lo que va pasando: vibraciones, iluminación, elementos que afectan a la seguridad y la salud, hoy los tenemos monitoreados en tiempo real. Es decir, la IA viene a complementar de alguna manera el trabajo del prevencionista, no a suplirlo, para darle más potencia.
¿Qué requieren estas nuevas tecnologías para su implementación?
La tecnología está disponible, inclusive libre de gasto. Lo que se requiere es el convencimiento de encontrar ahí una oportunidad de trabajo diferencial para lograr resultados distintos. El primer y gran paso es convencerse. E intentar motivar a otros a que se sumen. Y la ventaja es que nos permite llegar de manera más personalizada a la necesidad de cada cliente.
¿Qué obstáculos encontraron en el camino?
Nuestros clientes tienen distintos enfoques en cuanto a la cultura de la prevención, entonces nuestro mayor desafío es hacer una propuesta adaptada a cada caso porque no todos están en el mismo estadío de la cultura de seguridad que intentan promover. Lo primero es tener una visión clara para poder trasladárselas. Lo segundo es poder contar con perfiles con habilidades en ciencia de datos y desarrollo de software. Esto es tan o más importante inclusive que el conocimiento técnico específico en cuanto a la prevención. Y algo no menor es la colaboración de cara a los proveedores tecnológicos, universidades, startups con quienes intentamos cocrear soluciones innovadoras.
¿Pudieron medir el impacto de la implementación?
Sí. Las primeras mediciones que hicimos fueron más bien de satisfacción. Hubo mejoras de eficiencia operativa, de tiempos de gestión y de mejor identificación del proceso de la prevención en cuanto a la identificación, evaluación y control de riesgo.
¿Cómo se encuentra el mercado argentino de aseguradoras en materia de aplicación de estas tecnologías?
Te diría que estamos en un punto intermedio, pero con una clara tendencia a la aceleración. Somos de las pocas aseguradoras que estamos avanzando fuerte, pero creo que es una tendencia generalizada en la cual todas nos vamos a tener que sumar a este desafío, con lo cual nos interesa estar entre las primeras. Estamos yendo a un lugar donde la tecnología nos va a permitir construir entornos laborales y no laborales más seguros y también más saludables y productivos. Queremos ayudar a las empresas a que mejoren su eficiencia operativa cuidando a las personas.