Desde el Gobierno apuntan a reducir el costo de los productos importados, tanto bienes de capital como de consumo masivo, favoreciendo así una disminución de la inflación en general.
El Gobierno oficializó a principios del mes la reducción del 17,5 % al 7,5 % en el impuesto PAIS a las importaciones. La medida se tomó por medio del Decreto 779/2024 en el Boletín Oficial con las firmas del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo.
Este ajuste no se aplicó a las compras en el exterior ni al turismo. Se espera que en diciembre este impuesto caduque sin ser renovado, pero aún queda por ver si esta disminución impactará en el precio de los productos en góndola que incluyen componentes importados.
La reducción de la tasa impositiva favorece a las operaciones de bienes y servicios en el extranjero, pero posee un efecto que abarca a toda la cadena productiva llegando a impactar positivamente a la hora de adquirir cualquier producto en la góndola.
Cabe recordar que casi toda la industria y el comercio consumen productos dentro de su cadena de valor que no son de origen nacional. Por ende, esta situación se traducirá en un menor costo de sus insumos y una mayor competitividad, más allá de la posible llegada de importaciones que compitan directamente con las producciones nacionales.
La mayor apertura económica que presenta el oficialismo, mejorando las condiciones de pago al exterior respecto de hace unos meses atrás como así también un mayor grado de certidumbre respecto al futuro del dólar, permiten pensar que muchos de los márgenes de cobertura ya no serán necesarios.
De esta manera, en los próximos meses podría propiciarse una baja en el precio de los productos importados, que va a incentivar al consumo de manera acelerada y ayudar a la baja de la inflación en simultáneo.