Uno de los fundadores de la empresa presentó las ventajas de la introducción de esta tecnología en la pulverización y siembra de los cultivos, además de relevamiento aéreo que ya se está empezando a aplicar más masivamente en el campo argentino.
En Bahía Blanca, dos amigos decidieron emprender en un rubro que parecía lejano: la agricultura. Diego Gelos, técnico electricista, y Lautaro Fernández, especialista en marketing digital, fundaron IRP Drones en 2023 con una visión clara: llevar la agricultura de precisión al campo argentino usando esta tecnología.
Hoy, su empresa es referente en pulverización, siembra y relevamiento aéreo y una de las pocas en el país en estar certificada legalmente por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
En una entrevista con La Agrícola, Gelos contó cómo fue el camino, qué servicios ofrecen y por qué el agro necesita “volar más alto”.
¿Cómo nació IRP Drones y qué los motivó a emprender en el agro?
La empresa nació como un proyecto entre dos amigos de toda la vida a principios de 2023. Siempre quisimos emprender juntos y vimos que el siguiente paso en la agricultura argentina eran los drones para pulverización, siembra y relevamiento. En ese momento, había solo treinta drones de este tipo en el país. Hoy, en 2025, hay más de 800. El campo siempre va a necesitar tecnología, sin importar el clima, los precios o el gobierno de turno. Empezamos sin conocimientos del mundo agrícola, pero con pasión y estudio constante logramos posicionarnos como una empresa reconocida en Bahía Blanca y la región.
¿Cómo fue el proceso de inserción en el sector agrícola?
Cuando arrancamos, éramos los únicos que recorríamos agronomías, cooperativas, grupos Aapresid (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa) y CREA, INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), explicando lo que íbamos a ofrecer. Nadie entendía bien el potencial de los drones en aquel tiempo, había dudas sobre su funcionamiento, aun sabiendo que en Brasil, México y Colombia ya se había adoptado esta tecnología hace tiempo. Hoy es distinto: el productor o asesor ya sabe para qué lo necesita y nos llama directamente.
¿Qué servicios ofrece actualmente IRP Drones?
Tenemos cuatro grandes líneas de trabajo. Una, somos contratistas rurales certificados con drones para pulverización, siembra y relevamiento. La pulverización puede ser total o selectiva. Para la selectiva usamos un dron multiespectral que vuela a 100 metros con resolución de imagen de 5×5 centímetros y releva 100 hectáreas por hora. Esto permite ahorrar entre un 60 % y 80 % de productos y agua. En pulverización, hacemos hasta 18 hectáreas por hora y 15 hectáreas por hora en siembra, según el tipo de semilla (ryegrass, vicia, avena, etcétera). Dos, somos servicio técnico oficial DJI. Este año nos certificamos para la línea agrícola. Tenemos nuestro taller con repuestos, accesorios y herramientas específicas para mantenimiento y reparación de drones agrícolas, con atención 24/7. Tres, dada nuestra amplia experiencia en el rubro, también ofrecemos la venta y asesoramiento personalizado de drones DJI AGRAS. No vendemos un producto de catálogo. Vendemos una solución para que el productor o futuro contratista desde el día uno pueda trabajar. Actualmente, están disponibles los DJI AGRAS T50 y T100, además del MAVIC 3 Multiespectral. Cuatro, es común que productores o contratistas de diferentes partes acudan a nosotros porque se encuentran que, al comprar los drones en otros lugares, las explicaciones que reciben son básicas y solo les dicen cómo volar, pero no les enseñan a trabajar. Por eso diseñamos un curso 100 % personalizado de quince horas en diferentes módulos de teórica y práctica real en campo, enfocados en eficiencia, calidad de aplicación, preparación de caldos, mantenimiento, etcétera.
¿Cómo ven la adopción de la agricultura de precisión en Argentina y la zona?
Cuando comenzamos en 2023, los productores no terminaban de entender esta tecnología. Además, el costo del servicio está por encima de una aplicación terrestre y/o la de un avión. En Argentina muchas veces se prioriza el precio por sobre los beneficios. No se ponen a analizar acorde al rinde del cultivo. Solo con la pisada de la pulverizadora terrestre o la siembra con Altina, están pagando realmente un valor del servicio tradicional más elevado que si contrataran al dron. O que con el avión está limitado a hacer aplicaciones diurnas, de forma total y sin lotes sensibles alrededor. Con nuestro dron, podemos hacer aplicaciones selectivas, trabajar de noche y con lotes sensibles al lado que, con una correcta configuración, se logra hacer trabajos que de otra manera no podrían y eso les permite ganar tiempo o incluso hasta evitar que hagan una segunda aplicación a futuro. Con el dron pueden tener diferentes herramientas que antes no podían. En nuestra zona (más de 350 kilómetros a la redonda), somos el único contratista rural que opera legalmente certificado por ANAC. Además, le entregamos un informe al productor al finalizar la jornada, indicando las condiciones climáticas, validación de la calidad de pulverización o de siembra, estabilidad y orden de carga del caldo, etcétera. Algo importante a mencionar es que hoy está «de moda» comprar o dar servicio con drones, notamos que últimamente hay colegas que lo compraron y sin hacer un solo ensayo, ya salen a dar servicio, o sea que terminan aprendiendo en cada lote del productor al que van y poniendo en riesgo todo el sistema productivo. Nosotros, para dar ese paso, estuvimos cuatro meses haciendo ensayos propios.
¿Cuáles son los beneficios de aplicar drones en el agro y por qué no está más difundido?
Los beneficios son muchos y varían según la zona del país: no hay pisada ni compactación del suelo, se puede trabajar de día y noche, se ahorra agua y productos porque se pulveriza con tan solo 7 a 10 litros por hectárea, la precisión y la penetración de las gotas es superior permitiendo un control efectivo: en otras zonas donde la lluvia es cotidiana y quedan anegados los lotes el dron simplemente puede trabajar ya que la base operativa se hace por fuera. La dificultad está, como en toda tecnología nueva, aunque ya está cada vez más presente. Siempre será que solo comparan tarifa contra tarifa y no comprenden que el dron viene a complementar el sistema actual de herramientas. No viene a reemplazar a ninguna maquinaria. Por ende, no podemos pretender dar servicio a un costo que el dron no va a poder hacerlo simplemente porque la depreciación parece a la de un celular: en menos de dos años lo tenés que cambiar. La cantidad de trabajos es limitada entonces. Aunque, por otro lado, también hay que destacar que muchos productores están invirtiendo en esta tecnología agrícola que «resulta económica»: es alrededor de 60.000 a 80.000 dólares todo el equipamiento necesario para operar con dron versus 250.000 dólares una maquinaria terrestre. Entonces, desde ese punto de vista, quien está dispuesto a tener dos operarios y mantenerlo correctamente, da el paso.
¿Trabajan solo en Bahía Blanca o en otras zonas del país?
Nuestro radio de acción es de 350 a 400 kilómetros desde Bahía Blanca, con mayor concentración hasta los 250 kilómetros. Bahía Blanca es estratégica, pero no está en pleno campo, así que nos movemos mucho. Tenemos todo montado en una camioneta con autonomía para 60 hectáreas de trabajo sin repostar agua. Un día estamos en Tres Arroyos y al siguiente en Pigüé. La movilidad es clave para poder brindar el servicio de forma eficiente.