Las pymes exportadores recibieron una medida que trae alivio al sector, mientras esperan una mejora en la competitivdad y el «costo argentino» sigue estando en el centro del debate.
La industria exportadora argentina, muchas veces marginada de la escena por el rol que ocupan que los sectores primarios, recibió una noticia que puede marcar un antes y un después: la eliminación de los derechos de exportación para el 88 % de los productos industriales, una medida que impactará positivamente en más de 3.580 empresas de todo el país.
El anuncio fue realizado en el marco de una serie de definiciones económicas orientadas a mejorar la competitividad del aparato productivo nacional. El decreto, que se publicará en los próximos días en el Boletín Oficial, establece que 4.411 posiciones arancelarias quedarán exentas de pagar retenciones de entre el 3 % y el 4,5 %, lo que representa un alivio significativo para un sector históricamente golpeado por la carga impositiva.
«Estamos esperando algunas definiciones por parte del Gobierno, pero serían unas 1.000 posiciones industriales, con algunas excepciones, pero incluiría a todo el universo de las pymes», había adelantado días atrás el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, cuando el número aún estaba en análisis.
En 2024, los productos alcanzados por la eliminación de las retenciones generaron 3.804 millones de dólares en exportaciones. La medida alcanza a una amplia variedad de bienes de alto valor agregado como autopartes, cosméticos, partes de motores, agropartes, maquinaria agrícola, productos farmacéuticos, plásticos, metales, cables, insecticidas, óptica y vidrio, entre otros.
Fortalecer las exportaciones industriales
El objetivo, según fuentes oficiales, es fortalecer las exportaciones industriales, especialmente aquellas que integran cadenas de valor estratégicas para el país, sin recurrir a mecanismos distorsivos.
«El sector industrial es transable: tenemos que competir con el resto del mundo. Nosotros estamos jugando otro partido. No queremos quedar fuera de juego por tener la mochila llena de piedras», había advertido Rappallini en conferencia de prensa, al referirse al impacto negativo que las retenciones tenían sobre el sector.
La medida forma parte de un proceso más amplio de reducción de impuestos distorsivos, impulsado por el ordenamiento de las cuentas públicas, según informó el Ministerio de Economía.
En línea con esta estrategia, en enero de 2025 la Secretaría de Industria y Comercio ya había eliminado las retenciones para actividades agroindustriales de economías regionales y cadenas de valor como textil algodonera, papel, cartón, alimentos y bebidas, y redujo tributos para los principales productos agropecuarios.
Con la nueva resolución, la industria quedará prácticamente exenta de pagar derechos de exportación, con la excepción de sectores de insumos básicos como hierro, acero, aluminio, petroquímica y parte del sector automotriz, que seguirán tributando.
«La suma de ineficiencias conforma el costo argentino. Ingresos Brutos llega hasta el 20 % en algunas cadenas de valor», advirtió Rappallini, que pidió avanzar también con una Ley Pyme, reforma fiscal y adecuación laboral.
Consultado sobre el impacto de la guerra arancelaria desatada por Estados Unidos, el titular de la UIA sostuvo que puede representar una oportunidad: «Podemos aprovechar el cambio global que se va a dar», dijo y reiteró su rechazo a la importación de maquinaria usada, una medida que, según advirtió, pone en riesgo a las cadenas de valor locales. «Ningún país deja entrar productos que afecten su cadena de valor», enfatizó.